Crítica de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones. Una descacharrante, fresca y original película de aventuras.
LOS ORÍGENES DE DUNGEONS & DRAGONS
Dungeons & Dragons fue el primer juego de rol de la historia, creado en el año 1.974. Es el juego de fantasía heroica por antonomasia, y el más popular, que a su vez estableció la mayoría de las premisas y postulados de los denominados juegos de rol, en los que se mezclan la consabida brujería y la habilidad para el combate.
Como juego, ha tenido un largo y exitoso recorrido, pero las previas adaptaciones de cine y televisión, no estuvieron a la altura.
Inicialmente, la primera adaptación de Dungeons & Dragons para la pequeña pantalla fue la serie de dibujos animados Dungeons & Dragons (Dragones & Mazmorras, 1.983), una serie muy querida en España, a pesar de su corta duración. La versión cinematográfica estrenada en el año 2.000 con ese título, fue un rotundo y merecido fracaso, una película infumable, simple a más no poder. Sus dos continuaciones se rodaron directamente para la televisión y el formato de vídeo.
A raíz del fracaso cinematográfico, Dungeons & Dragons ha languidecido más de 20 años, esperando por una digna adaptación cinematográfica, que por fin parece que ha llegado, ya que esta película luce esplendorosa y, junto con John Wick 4, parece destinada a levantar el alicaído ánimo de los espectadores, hastiados de la mediocridad imperante en las películas estrenadas en lo que va de año.
Su aparición, cada vez más frecuente, en series de televisión que han gozado de un importante éxito, como The Big Bang Theory y, sobre todo, Stranger Things, ha vuelto a despertar el interés por rodar una continuación acorde al potencial del juego, que se ha plasmado este año en esta película.
DUNGEONS & DRAGONS: HONOR ENTRE LADRONES (2023)
Con sus 134 minutos, escena postcréditos incluida (una escena postcréditos simpática, pero intranscedente), la película venía precedida de muy buenas críticas en los preestrenos celebrados previamente, y muy publicitada por su productora, la Paramount, lo que suele ser buena señal, pues si la película es mala, se suele ocultar hasta poco antes del estreno.
Y los buenos augurios se han visto confirmados por una película de aventuras en el mejor sentido de la palabra, rodada con un fino y original sentido del humor, que no se toma a sí misma demasiado en serio, y en la que los actores disponen de varios momentos para su propio lucimiento.
Aunque en cualquier película de aventuras sobre Dungeons & Dragons, resulta casi imposible escapar de los tópicos, aquí el film se las apaña para dar una buena vuelta de tuerca al género y, con un guion sencillo, pero bien adornado, unos gags humorísticos fantásticos, y un elenco de actores comprometido con sus papeles, consigue generar el que, sin duda, será uno de los estrenos de este año.
Y no es para menos, Paramount sabía que tenía un buen producto entre manos, y ha sabido darle el tratamiento que esta película se merece, con un lanzamiento ambicioso y bien programado.
Unos efectos especiales que lucen al servicio de la película, una buena fotografía y una banda sonora correcta, no hacen más que añadir más interés al que sin duda es el principal atractivo y la principal fortaleza de esta película: las interpretaciones.
LOS ACTORES Y SUS INTERPRETACIONES, EL GRAN VALOR DE DUNGEONS & DRAGONS: HONOR ENTRE LADRONES.
Un atinadísimo e inspirado Chris Pine como Edgin Darvis, que parece haberse desprendido de varios clichés de anteriores películas, capitanea (o no) a este magnífico grupo de aventureros, que no son los típicos héroes que uno espera (o sí).
Secundando al personaje interpretado por Chris Pine, una soberbia Michelle Rodriguez en el papel de la tosca Holga, compone un rol complejo, difícil, de mujer fuerte y gran guerrera, que a la vez tiene sus momentos de ternura, y que llena la pantalla cada vez que aparece en alguna de las fulgurantes escenas de lucha en las que participa.
En el resto del plantel de actores, destaca una Sophia Lillis, en su papel de Doric, de aspecto falsamente vulnerable, una hechicera con la facultad de transformarse en todo tipo de criaturas, que interpreta muy bien su personaje, con una fragilidad y delicadeza exquisitas. A su lado, un Justice Smith dando vida a Simon, un mago inseguro (como es más que habitual en la saga), y que consigue lucirse en momentos clave.
Lo más flojo, un decepcionante Regé-Jean Page, con un papel de caballero-guerrero al que en la película se le ve algo incómodo y acartonado, bastante próximo al papel del duque de Hastings que representaba en Los Bridgerton, y que no interpreta, quizás, con la intensidad que debería, aunque al menos consigue resultar convincente, sin desentonar.
En el lado de los villanos, una Daisy Head en el papel de Sofina, una oscura, enigmática y peligrosa nigromante, y un Hugh Grant que, como Forge, compone un villano simpático, próximo al antihéroe, que tiene algún momento muy inspirado y alguno realmente muy diverido.
No deja de ser curioso ver lo bien que se desempeña Hugh Grant (que nos tiene más acostumbrado a su papel de protagonista en las muchas comedias en las que ha participado), como villano en películas como esta, o la fantástica The Gentlemen: Los señores de la mafia, en las que el sentido del humor de su personaje resulta fundamental. Brillante y divertidísima, su última escena que cierra la película.
EL HUMOR Y LA IMPORTANCIA DE REIRSE DE UNO MISMO.
Los directores de esta película, John Francis Daley y Jonathan M. Goldstein, autores ambos de la inclasificable Noche de Juegos (2.018), que habían despertado alguna que otra suspicacia con su elección para dirigir este metraje, han despejado cualquier duda, y han acertado de pleno con el tono de comedia y humor que le han dado y que nos recuerdan a algunos clásicos inolvidables de aventuras de los años 80.
Así, y alejados por completo del tono serio, formalista, solemne y melodramático de otras producciones que han pasado por las pantallas de cine y televisión últimamente, esta pareja de directores ha cogido un guion aparentemente sencillo y efectivo, y con un divertido tono de comedia en mente, han conseguido componer un mundo y, sobre todo, unos personajes compactos, cercanos, con los que empatizamos y con los que nos reímos (y mucho), y que son, sin duda, el gran valor de esta película.
El mayor acierto de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones es que es capaz de reírse de sí misma y de sus personajes, sin ningún tipo de complejo.
Y no por casualidad, dejamos para el final el sentido del humor que impera en esta película. Un humor descacharrante, en el sentido literal de la palabra. El humor lo rodea todo, lo envuelve todo, en esta película de aventuras. El inicio y el final, que están conectados (como descubrirán los que se animen a verla), tienen la carcajada garantizada, algo que se repite en varios momentos a lo largo de la película.
Al final de la proyección, se nos queda pintada una sonrisa en la cara, que no se nos va al día siguiente, ante esta cómica historia de pillos y bribones reconvertidos en héroes, en un mundo mágico, divertido y muy bien construido por sus directores e intérpretes.
¿Y AHORA QUÉ?
Pues si la película alcanza el éxito que se merece, podría haber una secuela en el futuro. Pero de cualquier forma, Paramount ha decidido apostar por este material, y ya está preparando una serie de 8 episodios sobre Dungeons & Dragons (nuestros Dragones y Mazmorras), que promete ser la producción televisiva más ambiciosa de Paramount hasta la fecha.
CONCLUSIÓN
Podemos decir sin miedo a errar que Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones es una magnífica película, de lo mejor que se ha estrenado en lo que va de año, y una de las películas de aventuras más originales de los últimos, que además resulta encantadoramente divertida.
Por Michael Fersaav
Ficha técnica:
Argumento:
Un ladrón y una banda de aventureros emprenden un atraco para recuperar una reliquia perdida, pero las cosas no salen como esperaban cuando se topan con las personas equivocadas y desatan el mayor mal que el mundo jamás haya conocido. Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones nos lleva al mágico mundo del legendario juego de rol a la pantalla grande en una aventura hilarante y llena de acción
Dirección:
Jonathan Goldstein
John Francis Daley
Guión:
Jonathan Goldstein
John Francis Daley
Michael Gilio
Reparto principal:
Chris Pine: Edgin Darvis
Michelle Rodriguez: Holga Kilgore
Regé-Jean Page: Xenk Yandar
Sophia Lillis: Doric
Duración:
135 minutos