Crítica de John Wick 4. Un nuevo hito en el cine de acción. 170 minutos de excesiva acción, culminan una de las mejores sagas de acción de todos los tiempos.
Los inicios de la saga John Wick
Hace casi diez años, en el año 2014, se estrenó el magnífico y sorprendente primer capítulo de John Wick, que no llegó a pasar por las salas de cine españolas, pero que pronto se hizo famoso, como obra de culto. Esa primera entrega es una experiencia casi mágica, con un reparto magnífico y un villano de los mejores que se han visto en el cine. Es una de esas películas geniales, casi perfectas, que surgen muy de vez en cuando, y que resucitó (otra vez) a Keanu Reeves.
El segundo capítulo (aquí denominado Pacto de sangre), tuvo un éxito considerable, y ayudó a consolidar a este personaje cargado de adrenalina. No consigue superar el primer capítulo, pero ofrece experiencias muy interesantes.
El tercer capítulo (Parabellum) es, hasta la fecha, la peor entrega de la saga. Un orgasmo de acción pura y dura, casi sin diálogos y con muy poco sentido común. Las coreografías de acción son espectaculares, pero sin un propósito, sin un sentido, el castillo de naipes se derrumbaba de forma estrepitosa, ante la falta de un argumento.
Y ahora nos enfrentamos a John Wick 4, el cuarto capítulo de esta saga. No es la peor, pues supera con creces a la tercera entrega, y está casi a la altura de la segunda, pero aun así se queda lejos del magistral primer capítulo, que ahora nos parece insuperable.
El leitmotiv de John Wick y su conexión con otras famosas películas
El argumento del primer capítulo de John Wick, no era especialmente novedoso. Tiene muchos puntos en común con el leitmotiv de algunas de las más grandes películas de la historia del cine, como Blade Runner o Sin Perdón, entre otras.
Un mismo punto de partida que nos atrae, que nos hace permanecer ensimismados ante la pantalla. El gran asesino retirado, el hombre del saco, un asesino prodigioso y efectivo, con un aura legendaria, atormentado por su pasado y que, en contra de su voluntad, se ve obligado a volver a desempeñar su letal oficio, a pesar de que había jurado que no volvería a hacerlo.
Es increíble la fascinación que este tipo de historias despiertan en el público, en las que un hombre aparentemente cotidiano, que se oculta bajo la apariencia de un hombre sencillo, es en realidad un feroz y cualificado asesino, capaz de todo si las circunstancias lo exigen.
Y todas esas películas tienen algo más en común. El antagonista es otro asesino, una presa a la altura del cazador. Rick Deckard (Harrison Ford), William Munny (Clint Eastwood) y John Wick (Keanu Reeves), tienen mucho más en común de lo que parece, pero no se entenderían sin sus antagonistas, unos fantásticos Rutger Hauer, Gene Hackman y Mikael Nyqvist (este último es el antagonista del capítulo 1, el mejor de la saga).
Podríamos también citar la singular y vistosa Nadie, protagonizada por Bob Odenkirk, que presenta múltiples y sospechosas similitudes con el personaje de John Wick o, si echamos la vista mucho más atrás, la poco reconocida película de 1971, Qué viene Valdez, protagonizada por el gran Burt Lancaster.
¿Qué podemos esperar de John Wick 4?
John Wick 4 tiene cosas buenas … y cosas malas.
En su haber positivo, una historia mejor estructurada que el capítulo 3, con algo más de contenido, aunque siga primando la acción pura y dura, al igual que en los capítulos 2 y 3. Además, podemos disfrutar de una de las mejores secuencias del cine de acción de este siglo. Un gigantesco plano secuencia cenital, al más puro estilo videojuego, que rivaliza con el famoso plano secuencia de la pelea en el pasillo que filmó Park Chan-wook, en la célebre Oldboy.
En la parte negativa, otra excesiva ración de acción, repartida en los casi 170 minutos que dura la película, que se nos vuelve a atragantar, por más que las secuencias de acción están sumamente bien coreografiadas, alcanzando cotas técnicas difícilmente superables.
Resulta especialmente molesta, la alargadísima secuencia, casi al final de la película, en los 197 empinados escalones de Sacre Coeur, en París, que en algún momento provocan incredulidad y más de una risa involuntaria, y que acaba por resultar esperpéntica y ridícula.
Lastimosamente, en ningún momento nos creemos al bueno de Keanu Reeves en esta sucesión de escenas de acción, con todo tipo de armas y vehículos. Ya en el capítulo 2, y sobre todo en el capítulo 3 se perdió cualquier atisbo de verosimilitud en la supervivencia del personaje, y en John Wick 4 se acaban por asentar los clavos del ataúd del personaje, que debería haber muerto, más de un centenar de veces.
Además, hay una serie de personajes que resultan atractivos durante la película, pero que acaban por resultar cansinos y con una motivación absurda, por sus múltiples contradicciones e incoherencias, como es el caso de los personajes de Caine (interpretado por Donnie Yen), Tracker (interpretado por Shamier Anderson) y Harbinger (Cluncy Brown).
Por otro lado, y a pesar de las incontables muertes que se suceden en esta cuarta entrega, la misma adolece de una alarmante falta de sangre. La ausencia de la hemoglobina llama la atención en varias de las escenas, un defecto que, no obstante, ya se apreciaba en las anteriores entregas.
El director
Chad Stahelski, especialista y director de cine, es el director acreditado en los cuatro capítulos de esta saga (que coincide con las únicas cuatro películas que ha estrenado hasta la fecha). Sin embargo, en el capítulo 1 compartió esta labor con el director David Leitch (no acreditado finalmente), autor de grandes películas de acción también, como Atómica o Bullet Train.
Es posible que los inicios como especialista de Stahelski, le hayan sido de gran utilidad para el rodaje de las espectaculares secuencias de acción de esta saga, que ya son inconfundible marca de la casa.
Lo cierto es que, en John Wick 4, su director nos deslumbra de nuevo con el uso del color y la luz, con una fotografía fantástica y un uso de la cámara muy interesante, exhibiendo un dominio en el rodaje de las secuencias de acción que roza la perfección.
La acción infinita
Como en el capítulo 3, en John Wick 4 predomina la acción. Es una acción salvaje, electrizante, muy bien rodada, pero que deja un regusto de incredulidad según se van sucediendo los minutos.
La última hora es poco más que una sucesión infinita de peleas, a cada cual más espectacular y mejor coreografiada. Pero la espectacularidad de las peleas es inversamente proporcional a la verosimilitud del argumento, y solo la magnífica escena cenital rompe la monótona sucesión de combates imposibles, en los que no entendemos como el protagonista puede, no ya sobrevivir, sino siquiera levantarse, ante alguno de los múltiples golpes o atropellos que recibe.
El reparto. Keanu Reeves monopoliza la pantalla
Keanu Reeves vuelve a ser la estrella de John Wick 4. Toda la película pivota a su alrededor.
El actor cumple de nuevo sobradamente con su papel de héroe de acción, y en las secuencias de esta saga, se nota sobremanera el entrenamiento que ha seguido en diversos estilos de lucha, como el wushu, jiu-jitsu, aikido, boxeo, krav maga, judo y karate, lo que repercute positivamente en las espectaculares escenas de acción.
Pero Keanu Reeves está a punto de cumplir 59 años … y por primera vez se nota. En esta película atisbamos los lógicos estragos de la edad en el actor. Es cierto que cumple perfectamente con su papel, pero se nota que la edad ha empezado a hacer estragos físicos en el actor nacido en el Líbano, de nacionalidad canadiense, y su físico empieza a evidenciar la edad del actor.
El resto de actores del reparto de John Wick 4, rayan a gran altura en sus roles secundarios. Especialmente destacados, como siempre, el genial Hiroyuki Sanada (en un papel a su medida), el grandísimo Ian McShane (más cínico que nunca), un Clancy Brown apenas reconocible, pero que dignifica sus testimoniales apariciones, y, sobre todo, un Scott Adkins, irreconocible como el mafioso Killa, y que está fantástico en su papel.
Mención aparte para un intimidante Marko Zaror, que tiene una presencia destacada en las escenas de acción en las que interviene, y que parece perfectamente capaz de acabar con John Wick o con cualquiera que se le ponga por delante.
Lo peor, con diferencia, un Bill Skarsgård, que no desentona, pero que no tiene la suficiente personalidad para ser el villano de turno de esta entrega, y que compone un personaje muy pobre, con pocos matices y demasiados clichés, y que parece demasiado acomodado en su rol de aristócrata.
¿Y ahora qué toca, John Wick 5?
Desconociendo si habrá capítulo 5 de John Wick, se espera para finales de este año 2023, el estreno en formato de miniserie, de una precuela de esta saga, que se titulará The Continental, y cuyos derechos de distribución han sido adquiridos por Amazon Prime. En ella podremos ver las andanzas de un joven Winston, el famoso gerente del Continental de Nueva York, que genialmente interpreta Ian McShane en las películas de John Wick.
Conclusión
El exceso de acción, por muy bien rodado que esté, sobrecarga el metraje de John Wick 4, como ya lo hacía en el previo capítulo 3 de esta franquicia y, aunque la película en conjunto deja un buen sabor de boca y mejora la fallida tercera entrega, la sucesión de increíbles e interminables combates acaba por resultar monótono y la descabellada supervivencia del personaje en situaciones poco creíbles, acaba por fatigar al espectador, por muy fan de la saga que sea.
A pesar de todo ello John Wick 4 es una magnífica película de acción pura y dura, que no se hace especialmente pesada, a pesar de su larga duración, y que consolida la saga John Wick como una de las más importantes del cine de acción reciente. Además, cuenta con un inolvidable y apabullante plano secuencia cenital, que entra por derecho propio en el olimpo de las mejores secuencias de la historia del cine de acción.
Por Michael Fersaav
Os dejamos también el trailer oficial de John Wick 4.
Puede que no leas esto columnista, pero aunque te cueste creer Keanu si se prepara para escenas complicadas de acción (Entrenó para su tiempo Karate y Kung fue si no me equivoco para Matrix y aquí para John Wick jiu jitsu brasileño) y hasta hace poco me enteré que entrenaba conducción para hacer las escena de autos aparte de aprender algo de ruso, japonés para las escenas que lo requieran y mejorar su pronunciación.
Quizás no te creas en tu escepticismo las capacidades y exigencias que se ponen algunos autores porque crees estar acostumbrado a verlo todo pero bueno en fin, solo para que sepas no todos los actores son iguales