Hoy os traemos la crítica de «Los crímenes de Pembrokeshire» una miniserie policíaca inglesa, lo que suele ser una garantía de calidad, que podemos encontrar en Movistar.
Los crímenes de Pembrokeshire es de esas series de metraje corto que tanto me gustan; tres episodios de aproximadamente 45 minutos cada uno. Está basada en una investigación policial que se llevó a cabo entre 2006 y 2011 sobre hechos que ocurrieron en Gales en los años noventa.
¿De qué trata «Los crímenes de Pembrokeshire»?
John W. Cooper va a salir de prisión en libertad condicional tras cumplir dieciséis años de condena. El comisario Steve Wilkins, revisando casos antiguos no resueltos, advierte que algunos crímenes cometidos en los años noventa, antes de la detención de Cooper, comparten algunas características con los delitos que se le imputaron a éste, por lo que insta a sus superiores a abrir nuevas investigaciones aprovechando los avances científicos en lo que a técnicas forenses se refiere.
Se trata de delitos graves que incluyen asesinatos y violaciones. Esto indica que si realmente hubieran sido cometidos por Cooper estaríamos ante un asesino en serie cuya libertad representaría un serio peligro para la sociedad. Todos sabemos que los asesinos en serie llevan el sello de la reincidencia impreso en su alma.
Desarrollo
«Los crímenes de Pembrokeshire es una serie ágil, sin rellenos. Unos personajes muy creíbles. La parte añadida como dramatización complementaria está bien engarzada en los hechos reales y no modifica el empeño de los creadores de ceñirse a lo que verdaderamente ocurrió.
La narrativa es uniforme, con el rigor de los atestados policiales, y posee un valor en el que las series inglesas suelen coincidir: el atenerse firmemente a la lógica. No tenemos que sufrir algunas genialidades made in USA para epatar al espectador a toda costa. Para quienes no soportamos retorcimientos del guión para añadir morbo al asunto, está serie nos da el cien por cien. Las decisiones y las actuaciones de la policía están muy bien fundamentadas.
Por otra parte, hay un buen equilibrio de rodaje entre interiores y preciosos exteriores que nos presentan instantáneas de localidades galesas donde se llevó a cabo el rodaje. Hay que decir que la serie no llega a la altura de algunas producciones policíacas emblemáticas como por ejemplo la que firmó el extraordinario guionista y director Jed Mercurio; me refiero a Line of Duty, que es, para mí, el no va más.
Pembrokeshire es de más limitadas aspiraciones, pero tanto el guión como la dirección rayan a gran altura y el resultado podemos calificarlo como excelente. La serie tuvo gran acogida en su emisión en el Reino Unido hace escasas semanas, con una cuota de pantalla muy alta que se mantuvo a lo largo de los tres capítulos.
Protagonistas
La dirección pertenece a Mark Evans y el guión a Nick Stevens, ambos a un muy buen nivel.
En cuanto a los actores: a destacar, Luke Evans en el papel del comisario Wilkins. También, Keith Allen como John Cooper, el delincuente. Tiene la habilidad de hacer que nos resulte antipático y poco de fiar desde el primer momento en que aparece. El resto, a nivel muy alto.
Entre los secundarios, esos que hacen que la calidad se extienda sobre el conjunto sin polarizarse en los protagonistas estrella, citaría a dos. Aparecen en dos papeles de extraordinaria brevedad, pero en dos momentos de la acción interesantes.
El primero es David Fynn que encarna a un periodista encargado del área de sucesos de un medio local. Llama la atención porque trata de la relación entre prensa y policía. Acostumbrados a ver en la ficción y en la vida real, traiciones, puñaladas y filtraciones de unos medios que reclaman primicias a toda costa, lo que hay en esta serie es un pacto entre policía y prensa para mantener en silencio las pesquisas que podrían entorpecer la investigación.
El pacto se cumple a rajatabla y la serie termina con una entrevista en exclusiva. Probablemente esto debió ser cierto, porque el periodista en cuestión que aparece con su nombre y apellidos, Jonathan Hill, fue quien escribió un libro sobre los hechos narrados y que ha servido de base para la versión audiovisual. David Fynn hace un papel serio y prudente, pero lleno de personalidad y hace que los chicos de la prensa no caigan en el estereotipo de “los malos de la película. A David Fynn, creo recordar que lo vimos en algún capítulo de Juego de Tronos.
El segundo momento responde a una escena, que hemos visto multitud de veces y trata del enfrentamiento entre los “Jefes” que quieren esconder la suciedad bajo la alfombra por motivos políticos y el policía de a pie que es un paladín de la justica y va adelante con todo.
Normalmente, acaban a batacazos. Sin embargo, aquí, este enfrentamiento está tratado con un diálogo exquisito con razones muy bien expuestas porque ambos bandos entienden al otro. No hay amenazas ni gritos ni portazos y nos convence de que así deben ser las cosas en la realidad. Esta secuencia está muy bien escrita. La reunión la dirige la inspectora jefe Tyler. Y aquí entra nuestra secundaria, en una escena que dura apenas dos minutos (hacia el minuto 19 del primer capítulo) que da una impresión muy convincente de conocimiento de su profesión y evita la prepotencia y el ordeno y mando. La actriz es Suzanne Packer, que lo hace realmente bien.
¿A quién recomendar «Los crímenes de Pembrokeshire?
A quienes preferimos miniseries, ésta es una buena producción que nos entretendrá y que recomendamos a los amantes del género. Se sigue con facilidad, no tiene ese tedioso relleno innecesario y cuenta con esa ambientación gris y asfixiante tan característica de las series inglesas.
Nuestra evaluación en esta crítica de ”Los crímenes de Pembrokeshire” es de un 7 sobre 10.
Aprovechamos para informar de que Line of duty, 6ª temporada se estrenará ya doblada en español el próximo mes de Marzo, según parece, en Movistar.
Kassandra