“Los últimos tres días” es una mini serie de Filmin que trata de la detención de Slobodan Milosevic, que tras haber sido presidente de la Federación Yugoslava durante más de diez años, acaba de perder las elecciones en 1996.
Milosevic era reclamado por las potencias occidentales para ser juzgado por genocidio y por otros crímenes diversos. También el nuevo gobierno yugoslavo quería juzgarlo por corrupción.
La serie está basada en hechos reales, pero se nos avisa de que se ha incluido alguna dramatización extra. Se notan los retales de acoplamiento, lo que no hace que la historia se desvirtúe, porque el meollo histórico se respeta.
Reconozco que me apunté a esta serie por mi curiosidad por saber que pasó en lo que se llamó ”La tercera guerra de los Balcanes” o “las guerras yugoslavas”. Nunca he comprendido bien qué motivos hubo para aquellas guerras y porqué se enfrentaron facciones que ahora son países. ¿Por qué de una Yugoslavia única salieron países nuevos: Kósovo, Macedonia, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Serbia, Eslovenia, Montenegro y Macedonia. ¿Y porqué hubo tantos muertos y tanto odio?
Son acontecimientos que ocurrieron después de la muerte del Mariscal Tito, figura indispensable que mantuvo Yugoslavia unida después de la segunda guerra mundial. La diversidad étnica y religiosa que componía su territorio explotó tras su muerte y desató un sinfín de contiendas en los años noventa.
Quien desee conocer lo que ocurrió en los Balcanes en esos años; sus luchas, asedios, bombardeos etc. que no se haga ilusiones. La serie no entra en ese rompecabezas, sino que se centra en lo que nos dice el título: los últimos tres días del clan Milosevic, cuando tras las elecciones, todos los partidos se coaligaron contra él para exigir su derrocamiento.
LO QUE HISTÓRICAMENTE SE NECESITA SABER
Para disfrutar la serie, que ya anticipo que la recomiendo, no hace falta saber en detalle los hechos históricos, porque, ya digo, la acción no se centra en ello. Por supuesto, quien conozca los pormenores políticos tendrá una mejor comprensión, pero, sinceramente, no es necesario. Quien tenga ese interés, puede acudir a los textos escritos. En la Red los hay para aburrir, y muy buenos, por cierto.
Yo voy a dar mi opinión en unas breves pistas con el único fin de evitar que un espectador, después de los 20 minutos de inicio, se sienta incómodo. La acción se hace un poco-bastante liosa, sobre todo porque hay una acumulación de personajes de parecido careto y que se llaman casi todos como Novak Djokovic, aunque no esté la cosa para jugar al tenis.
Hay cuatro grupos principales:
El primero es el de los políticos. Después de las elecciones de 1996, se forma un parlamento muy dividido, con dieciocho partidos. Todos ellos, excepto el socialista de Milosevic, forman una coalición contra Milosevic, para acabar con su presidencia.
El nuevo gobierno tiene como prioridad entregar a Milosevic a los tribunales. No tienen reparos en echarlo a los leones porque los poderes internacionales quieren su cabeza. Desde el principio se ve que para este grupo el asunto es prioritario. Necesitan ganarse el respaldo internacional. Milosevic es un dolor de cabeza y quieren pasar página cuanto antes.
Un segundo grupo es el clan Milosevic al completo. Lo forman la familia del presidente y un puñado de fieles armados hasta las cejas. Están parapetados en la residencia presidencial. Tienen incluso tanquetas y bazucas y están dispuestos a resistir hasta el final. Defienden el estandarte de la gran nación Serbia y habían luchado por la protección de las minorías serbias que se desparramaban por toda Yugoslavia, y por mantener unido el máximo territorio posible bajo dominio serbio.
Otro grupo “de solo uno” es el del presidente de la República Yugoslava, Kostunica, que debe firmar cualquier oferta de negociación con Milosevic y no está dispuesto a hacerlo si no se cumple escrupulosamente con la ley, ni firmar algo que no se vaya a cumplir. Kostunica había sido pro-Milosevic, y se había comprometido con él a no extraditarlo.
Un cuarto grupo es la prensa, el quinto poder. El director de Radio Televisión Serbia y su gente que se encuentran entre Pinto y Valdemoro. Por un lado, deben respetar la verdad de lo que va ocurriendo, pero, por otro, quiere ponerse al sol que más calienta. Como parece que el gobierno de coalición lleva las de ganar, sesgan las noticias para cuidar su futuro personal, no sea cosa que acaben en el paro o en el exilio. En este grupo hay algunos independientes y otros más chaqueteros ¿Quién ganará? No lo voy a decir. Se admiten apuestas.
LA DISPUTA
¿Cómo ha llegado Milosevic a esta situación de acoso, él, que había sido el gran patriota, el defensor de Serbia y que contaba con un mayoritario respaldo del pueblo? Pues porque las sanciones económicas impuestas desde el exterior hundieron la economía del país. Cuando empezó la escasez de productos y la ruina económica se terminó el patriotismo. El pueblo cambió el apoyo a Milosevic por la cesta de la compra. Milosevic calculó mal y se equivocó. ¿Conocéis el slogan que usó Clinton cuando ganó la presidencia USA? “Es la economía, estúpido”. Si Milosevic hubiera leído Wikipedia un poco más, hubiera visto que nadie daba un céntimo por Clinton frente a Bush padre, pero ganó Clinton.
Milosevic tiene fundadas razones para pensar que lo que el nuevo gobierno quiere hacer es ponerle en manos de la justicia internacional y enviarlo al tribunal de la Haya.
ARGUMENTO DE LOS ÚLTIMOS TRES DÍAS
El argumento se basa en primer lugar en las negociaciones entre los dos grupos principales, el de “Milosevic y sus fans” y el del nuevo gobierno.
En segundo lugar, los últimos tres días pone su foco en las reacciones y respuestas de los otros dos grupos: el del solitario Kostunica (el presidente), y el de la prensa. Con esto hay temario de sobra. Se cruzan ofrecimientos, dardos envenenados, engaños y embustes. Luego, la tensión se incrementa y empiezan las amenazas y los ultimátum.
ESCENAS ESTELARES
Atención a las escenas en las que aparece la mujer de Milosevic, que es todo un personaje. Muchas veces los actores tratan de crear su papel a base de estudiar un estereotipo. En este caso, el estereotipo básico es el de la esposa fiel que apoya a su marido contra viento y marea y le infunde ánimo en momentos críticos. Pero Mirjana Karanovic se aleja del estereotipo y crea un personaje de una pieza, una creación muy personal.
Es una esposa rotunda, que no confía en nadie, atrincherada y combativa. Pero en su actuación no utiliza tortuosas artimañas porque no tiene ni ambición ni remordimientos. Es valiente, frontal y peleadora. Sin embargo, en el aspecto externo se asemeja a un fantasma que deambula por la mansión tambaleante y semi abducida, un poco traspuesta. Físicamente, aparece vencida y tambaleante, pero mentalmente no tiene resquicios. Mujer de fuerte personalidad y extraño comportamiento. Personaje shakesperiano, entre hechicera y sacerdotisa. Un diez para esta actriz, y un placer verla actuar.
Otro momento importante: El ultimátum; pero como hablamos ya del final, no quiero dar detalles. Solo diré que en las últimas negociaciones se hace patente el miedo que sobrevuela por la cabeza de Milosevic durante los últimos tres días, y es el que las fuerzas especiales entren a sangre y fuego en la mansión y acaben con él y con su familia.
LOS ACTORES
Sobresaliente para la mencionada Mirjana Karanovic (la esposa de Milosevic)
A gran nivel Boris Isakovic que consigue con el maquillaje un asombroso parecido con el verdadero Milosevic. Tiene una actuación muy convincente. A pesar de todos los crímenes de que se le acusa se muestra muy humano; marido cariñoso, padre amantísimo. Y para sus enemigos, un hueso duro de roer. Matices que se contraponen y que Isakovic los combina a la perfección.
Tijana Markovic encarna en la ficción a la hija de Milosevic que es una joven un poco histérica. Papel desagradable, porque es muy extremo y no le da a la actriz base para “caer bien”. Como contrapunto a la pareja Milosevic, no está mal, pero despierta dudas ¿De verdad era así de exaltada la hija del mandamás?
LA DIRECCION Y EL GUIÓN
Muy aceptables, aunque el guionista incluye dos argumentos de relleno para “dramatizar” la acción y que calificaremos de “historietas sin relieve”. Son perfectamente prescindibles y, además, tomados sin pudor del cajón de los remedios caseros: una abuela buscando a su nieto y un padre buscando a su hija. Bueno, no interfieren, y tampoco se abusa de ellos, así que perdonamos a los creadores.
LOS CUERVOS
No lo vamos a negar, en los últimos tres días los políticos quedan bastante mal. Da la impresión de que les da igual la presunta corrupción de Milosevic o sus presuntos crímenes. Acaban de llegar a la moqueta y tienen las manos limpias (por eso los han escogido). Ellos ven a su expresidente como el impedimento para recibir los parabienes internacionales. Me han recordado al coro de cuervos /sacerdotes del principio de “Jesucristo Superstar” que cantan eso de “Por el bien de la nación este Jesús debe morir” (For the sake of the nation this Jesus must die).
Se respira el interés desmedido de estos nuevos políticos en acabar con Milosevic. Necesitan acceder a los prometidos fondos de ayuda y terminar con el bloqueo. Después de tantos años de desgracias y guerras ¿a quién no le agrada una poltrona como la que pueden llegar a disfrutar? Milosevic, por el contrario se juega una larga estancia en prisión al igual que su grupo de fieles, e, incluso, sus familiares. El estandarte de los primeros: su ansia de hacer justicia (ya, ya). El de los segundos: su supervivencia personal. Una batalla desigual que suelen ganar los más fuertes (el gobierno y sus apoyos, en este caso).
CONTENIDO POLÍTICO
Llamo la atención sobre la ausencia de la palabra genocidio en toda la serie (si no recuerdo mal). Milosevic no aparece como un desalmado asesino. En el plano personal sale favorecido frente a sus perseguidores. Para los creadores de la serie era más correcto políticamente poner a Milosevic en la picota, como el malo de la película. Me pregunto si no será una invitación a considerar que en las guerras yugoslavas hubo un variopinto número de criminales y liquidadores en bandos diferentes, y que cargarle a Milosevic todas las culpas era lo más conveniente para pasar página lo más rápidamente posible.
EL FINAL DE MILOSEVIC
Respetaré a los que desconozcan el final de esta historia y no desvelaré lo que ocurrió en la vida real. La serie acaba en el último de los tres días que anuncia su título, y nada se dice sobre la continuación. Por eso, quien quiera saber cómo acabó sus días Slobodan Milosevic debe acudir a informarse por otros medios y se encontrará con que ¡oh sorpresa¡, la versión oficial de su muerte parece un cuento chino que te lleva a pensar que la historia oficial va muchas veces acompañada de engaños y mentiras.