‘La tita’ de Rafaela Lorca: una mirada sobre la diferencia
‘La tita’ es una novela que nos transporta a un pueblo de Andalucía de los años 60. Nos presenta a una familia compuesta por una madre, un padre, hijos –entre los que se encuentra Jimena, la hija mayor, que es la narradora de esta historia– y la hermana de la madre. Esta tía, o “la tita”, como la llama la pequeña protagonista, tiene discapacidad intelectual y fue a vivir con ellos cuando tenía más de 30 años. Para los adultos la convivencia con ella representa una realidad nueva, pero para Jimena es algo cotidiano y natural, ya que ella está presente en su vida desde que tiene memoria.
A lo largo de las páginas de esta novela, basada en la vida real de la autora, podemos ver distintas miradas hacia esta protagonista, lo que nos confronta con las ideas y modos de ver la discapacidad intelectual que había en su momento. En su familia podemos ver miradas de amor, pero también de impotencia y de desconocimiento. Por un lado, nos topamos con los ojos de Jimena llenos de complicidad y cariño, pero también vemos las miradas de personas de la comunidad en las que abundan los prejuicios y el desprecio.
‘La tita’ nos muestra cómo mirábamos –¿o miramos?— a las personas con discapacidad intelectual, pero también nos confronta con otras realidades. Nos invita a conocer distintas historias que podrían tener lugar en cualquier contexto: personas con problemas de consumos, personas que sufren y ejercen violencia, niños y niñas que se diferencian del resto por diversos motivos. La novela de Rafaela Lorca refleja una sociedad rural de los años 60, pero también es un espejo del comportamiento humano hacia la diferencia.
En un momento, Jimena hace su propia reflexión sobre esto, cuando expresa su propia mirada y sentimientos sobre una mujer con trastornos psiquiátricos que vivía en el pueblo y se da cuenta, en una conversación, que de la misma manera observaban los demás a su tía a quien ella veía con naturalidad y cariño:
“Me resultaba extraño que las locas pudieran tener hijos. (…) Tampoco entendía yo cómo su hija no sentía miedo de encerrarse con ella dentro del mismo habitáculo. Así lo expresé un día en casa de Paulina y su vecina me contestó con desaire: «A mí sí que me daría miedo de dormir con una tita como la tuya». —Mi tita es buena y no hace nada —repuse sin entender la comparación. Ellas se compadecían de Carmela y no la llamaban la «loca». Sin embargo, la vecina de Paulina te temía a ti. Necesitaba conocerte mejor para quererte más. Tal vez si yo conociera a la «loca» la llamaría Carmela y no tendría tanto miedo de ella.”
‘La tita’ nos muestra cómo cambia la percepción que tenemos de otros cuando se los ve de cerca, con apertura, a cuando se los observa desde lejos y a través del prejuicio. Pero lo más interesante es que esta novela nos permite, con su tono inocente y cálido, acercarnos de esa manera a este personaje y a esta familia y sin duda, al dar ese paso, es nuestra propia mirada la que cambia.
Género: Novela intimista, de sentimientos.
Páginas: 361
ISBN: 979-8757831213