Camilleri en estado puro

Las características de las novelas de Camilleri/Montalbano són claras. Bien escritas, muy entretenidas, argumentos ingeniosos, acción bien llevada, sentido del humor y personajes, que al prolongarse en el tiempo, empatizan con nosotros. ¿Se puede pedir más? Son novelas muy fáciles de leer. Otra característica es que Camilleri se solapa con sus protagonistas, le vemos por allí. Se disfraza o se confunde con uno u otro en función de lo que quiere decir, transmitir o denunciar. A través de sus obras Camilleri no se priva de nada. Arremete contra todo aquello que, como él dice: «huele a quemado» y que se podría manifestar o traducir con una sola palabra: corrupción, pero corrupción al más alto nivel. El sistema funciona cuando debe de funcionar, pero no siempre. En ocasiones deja de hacerlo, se va ralentizando poco a poco, hasta detenerse. Camilleri denuncia una sociedad corrupta en todos sus estratos y hace un análisis frío y despiadado, aunque bajo una pátina de desenfado, de una situación que augura para largo. Codicia y ambición desmedida de poder, en la que el fin justifica siempre cualquier medio.

En Las Alas de la Esfinge, la aparición de un nuevo cadáver, una chica joven completamente desnuda, vuelve a poner en movimiento a la comisaria de Vigata. En ésta ocasión es la explotación sexual y la inmigración ilegal el eje sobre el cual gira la obra que refleja, una vez más, la continua lucha y enfrentamiento de poderes entre la ley y sus transgresores.  

La acción se mantiene a un buen ritmo y entretiene como todas las novelas de Montalbano y compañía. Novela negra para pasar un buen rato, despreocupada, que rezuma frescura, pero que entre líneas dice muchísimo más. Cabría preguntarse si el autor de Porto Empedocle ha creado el personaje para exponer planteamientos y contar sus ideas, después de toda una vida observando y escribiendo. En esta ocasión no aporta nada nuevo, pero sí diversión y la apuntada denuncia social.

Autor: Andrea Camilleri

Titulo original: Le ali della sfinge

Primera edición: 2009

Por : Mr. Tom