“En paradero desconocido” es una novela de acción policial. A su término, uno podría preguntarse si su autor ha querido escribir una novela de intriga o una denuncia de la mala praxis en la bioética.
En cualquier caso, las dos, cada una por su lado, alcanzan su objetivo, porque la denuncia queda ahí, clara, desde una posición honesta que le otorga el conocimiento, y la novela, en lo que tiene de suspense policíaco también cumple sobradamente. Un año después del lanzamiento de su primera novela “Siete inviernos después” el traumatólogo almeriense Francisco Villegas nos ha dejado una segunda con, de nuevo, una buena idea por desarrollar.
Argumento de «En paradero desconocido»
En paradero desconocido comienza con el descubrimiento de un cadáver en lo que parece un ajuste de cuentas a lo que se suma el extraño accidente en el que un médico pierde la vida al despeñarse con su vehículo. Poco después, la muerte en una convención de otro traumatólogo con signos de envenenamiento pone en alerta a la policía. La sargento de la Policía Judicial, Claudia Tatsis y su compañero Anselmo Sotelo se ponen al mando de la investigación. Pronto se conoce la relación de los médicos, que coincidieron hace unos años en el Hospital de Guadix.
Francisco Villegas desarrolla una buena primera parte con una exposición clara de hechos que van adquiriendo interés a medida que la investigación se complica por la falta de resultados y sobre todo por el agravamiento de una situación que, en las puertas de la Navidad, parece que se ha desbordado con la aparición de un nuevo cadáver.
La tensión dentro del cuerpo policial es fuerte y comienza a afectar a sus miembros. “En paradero desconocido” no es una novela en la que se traten temas personales. El autor se ciñe a la investigación y al tema de la bioética. Solamente presta especial interés a la relación existente entre la protagonista Claudia y su pareja Ernesto, personaje que también va adquiriendo consistencia y relevancia a lo largo de la narración. Un malentendido producido por una frase inadecuada en el momento menos oportuno y que volviéndose incómoda es sacada fuera de contexto.
Pero Villegas no se queda ahí y, planteado todo lo anterior, introduce con elegancia una parte que le interesa dentro de la bioética, ciencia regida por el principio “Primum non nocere”, el tema de la investigación con sujetos humanos. ¿Es lícita la investigación a cualquier precio, sacrificando incluso vidas humanas, buscando resultados con importantes y evidentes beneficios para la humanidad?
La pregunta que en un principio queda ahí, en el aire, la da el autor en un posicionamiento claro y honesto por boca de la sargento Claudia “A quien se aproveche de investigaciones fraudulentas le metería en la cárcel y tiraría la llave”. Es un verdadero grito, un discurso enaltecido de la defensa de los derechos, un alegato fundamentado de la denuncia, cuando proceda, sin miedos. El autor que ofrece datos verídicos escalofriantes cierra el tema y retoma la trama policial con un aumento del suspense hasta un final lógico y bien resuelto.
En mi opinión, algo en lo que personalmente no estoy de acuerdo y seguramente el Dr. Villegas tampoco, es con la afirmación de Pilar García Modrego cuando ya se han cumplido los setenta, “La edad de la serenidad sustituye a la edad de la ilusión”. No, en modo alguno. Es un añadido. La ilusión no desaparece nunca o al menos no debería. La ilusión depende de cada cual y es lo que permite envejecer más despacio.
En definitiva, felicidades a Francisco Villegas por su segunda novela que nos ha hecho pasar un buen rato. Entretenimiento asegurado y algo más.
Título | En paradero desconocido |
Autor | Francisco Villegas |
Editorial | Ediciones Miguel Sánchez |
Fecha de publicación | 10 de noviembre de 2021 |
Número de páginas | 404 |
Género | Novela negra |
Muchas gracias por tu análisis, Mr Tom, que me parece el más completo, el más acertado, y además sin destripar la novela. De hecho, me va a servir de guion para las presentaciones que tengo pendientes. Has dado en el clavo con la trama que discurre bajo la trama policial.
Solo discrepo en que en realidad no estamos en desacuerdo. En mi opinión, lo que se pierde con la edad no es la ilusión, sino la ilusión de las «primeras veces», de lo desconocido. Por supuesto estoy de acuerdo en que la desilusión no depende de la edad, sino de un posicionamiento vital.
Un cordial saludo y a tu disposición.
Ha sido un placer leerla y comentarla 🙂