“Hijos de febrero” es la segunda novela policíaca de Alan Parks e igualmente la segunda protagonizada por el detective de la policía Harry McCoy y su particular amigo de la infancia, el traficante y mafioso Steve Cooper.
Las críticas recibidas tras el lanzamiento en su país fueron tan buenas como las que obtuvo su predecesora “Enero sangriento”. Al estilo de la novela negra americana de los años 40. Nos encontramos en los bajos fondos de Glasgow en 1793, una ciudad que el autor, por medio de sus protagonistas, define como triste y turbia, fría y sin esperanza, desapacible y oscura que te absorbe y termina por engullirte, a la que apenas acaba de llegar el crimen organizado con todo lo que ello conlleva.
El enfrentamiento no se hace esperar entre la policía, desorientada ante las nuevas formas de criminalidad a las que se enfrenta, y las facciones de diferentes mafias por dominar sectores de la ciudad más grande de Escocia e intentar establecerse en ella.
Opinión de Hijos de febrero
A mí, Hijos de febrero, se me antoja una novela relato. El reflejo de la sociedad escocesa de mediados del siglo pasado enmarcado en un argumento tradicional, pero profundizando en el binomio ley/crímen. La originalidad de la narración se encuentra en las relaciones peligrosas de las fuerzas del orden con la Mafia.
La policía, desbordada por la falta de medios y personal para hacer frente al incremento de la violencia, intenta, sin resultados, controlar la situación de la manera que sea, lo que incluye pactos tácitos con los hampones buscando la seguridad ciudadana y la reducción de la criminalidad.
En una situación insólita y con un desorden creciente, la connivencia entre ambas es incuestionable para intentar mantener ese equilibrio y evitar situaciones peores que terminen en caos, hasta que, como es lógico, la situación, poco a poco, comienza a deteriorarse hasta romperse del todo, porque el crimen organizado siempre actúa igual: conseguidos sus objetivos, rompe el pacto a voluntad. La situación estalla. Se entra así en un nuevo período de enfrentamiento total dentro de un marco de corrupción.
Argumento de Hijos de febrero
Requerido de madrugada para que acuda a la azotea de un edificio, McCoy se encuentra con un espectáculo poco agradable. Un chico de veinte años, jugador del Celtic de Glasgow y novio de la hija del mafioso más importante de la ciudad, ha sido asesinado de un disparo en la cabeza, pero el cadáver después ha sido manipulado y mutilado. El detective intuye inmediatamente problemas y no se equivoca. Estos no tardan en aparecer.
McCoy es un personaje incómodo para alguno de sus compañeros, para sus amigos de la mafia, con los que aún se ve más a menudo de lo que debiera e incluso para él mismo, con problemas de conciencia sobrevenidos y que no sabe cómo resolver. Su infancia, que tiene mucho que ver en la novela, fue muy dura, en centros de acogida de más que dudosa legalidad, donde los abusos y hostigamientos eran frecuentes.
Allí conoció a personas que hoy se mueven con facilidad y seguridad en el lumpen. McCoy mantiene buenas relaciones con ellos y no le importa utilizarlos para sus fines aunque tenga que cruzar líneas a sabiendas de que las consecuencias serán peligrosas.
Alan Parks consigue un relato con una narración amena en la que destaca la buena ambientación y el reflejo de la sociedad de la época, incluido el mundo del hampa.
Ficha técnica:
Título: Hijos de febrero.
Autor: Alan Parks.
Fecha publicación: 13 enero 2021.
Editorial: Tusquets.
Traducción: Juan Trejo Álvarez.
Género: Novela negra