En “La uruguaya” del autor argentino Pedro Mairal (Buenos Aires, 27 de septiembre de 1970) y editada por ‘Libros del Asteroide’, se narra un día en la vida del escritor Lucas Pereyra: desde primera hora de la mañana en la que se embarca el ferry para atravesar el río de la Plata que separa Argentina de Uruguay, hasta que vuelve a su casa esa misma noche.

Pereyra va a cobrar un dinero que le ofrecen como anticipo por unos libros que va a escribir en los próximos meses y lo hace en Montevideo en lugar de Buenos Aires porque, al hacerlo así, consigue una ventaja en el cambio de dólares americanos a pesos argentinos. Además, quiere aprovechar el viaje para encontrarse con una persona: Magalí Guerra Zabala, la mujer que da título a la novela. Su idea inicial del viaje se irá viendo modificada a medida que transcurre el día y se suceden los acontecimientos.

Durante el tiempo del desplazamiento, Pereyra empieza a pasar revista a la relación con su pareja, Catalina, y con su hijo Maiko, a su trabajo, a sus amistades, a sus decisiones y a varios aspectos de su trayectoria vital. De este análisis surge una sensación de estancamiento, de descontento, un inconformismo con el rumbo que ha tomado. Parece que el protagonista pone en Guerra una esperanza de cambio, o quizás de escapar por un día de su rutina que le va consumiendo.

En «La uruguaya», Mairal utiliza el vocabulario propio de la zona del Río de la Plata, común a esa parte de Argentina y de Uruguay, y además también emplea el registro del habla coloquial. En la mayoría de las ocasiones, gracias al contexto, podemos entender a qué se refiere, pero a veces he tenido que utilizar el diccionario o buscar en Internet para conocer los significados de alguna de las palabras que utiliza.

La descripción del viaje de Pereyra también nos permite aprender de geografía, la ubicación costera tanto de Buenos Aires como de Montevideo a orillas del río de la Plata que se va ensanchando a medida que desemboca en el océano Atlántico, también aprendemos que la forma más rápida de viajar entre las dos capitales es atravesando dicho río en un barco.

«La uruguaya» es un libro que habla de ilusiones que se desvanecen. Todos los proyectos y aventuras que surgen en medio de grandes expectativas y que poco a poco se van frustrando con el paso del tiempo. Cuando nos damos cuenta de la diferencia que hay entre lo que nos hubiese gustado ser y lo que realmente somos, quizás sea el momento de reflexionar y reordenar las prioridades para adaptarnos mejor a nuestras posibilidades.

El protagonista descubre que la realidad que está viviendo se le queda grande, que igual es el momento para empezar a actuar de otra forma. Sin embargo, no todo es pesimismo y desesperanza, el humor también aparece en varias ocasiones a lo largo del relato. Al final, uno se queda con la impresión de que ha pasado un rato divertido con la lectura de esta original y amena historia.