La víctima 2117 es una obra que sorprende por la claridad limpieza y brillantez de su inicio. Es una novela muy interesante, pero no desde la perspectiva del entretenimiento, que lo proporciona sobradamente, sino por lo que plantea.
Jussi Adler-Olsen intenta y consigue situarnos en el mundo real. Analiza de una manera novelada la realidad diaria, con tres historias a cual de más actualidad.
Magníficas las dos primeras partes, con un planteamiento claro, y no era fácil, por su complejidad y por un nudo al que se llega en plenitud debido a la inmejorable puesta en escena planteada. A lo largo del relato se percibe una clara finalidad: la toma de conciencia con determinadas situaciones incontrolables que colocan, tanto a los que las sufren como a sus causantes y a los responsables de solucionarlas en la medida de sus posibilidades, al límite.
Entiendo que ese es el fin y, como digo, lo consigue. La novela como relato se encuentra a un alto nivel. Es un despertador que nos alerta y quiere sacarnos de un sueño producido, en lugar de por somníferos, por la hipocresía y la apatía, que logran que unos intereses espurios se nos aparezcan como necesarios.
SINOPSIS
Adler-Olsen nos cuenta tres historias diferentes. Un periodista freelance, prácticamente en la ruina, dedica sus últimos euros a desplazarse a Chipre para cubrir el naufragio de una patera. En Copenhague, un joven aficionado y trastornado por los videojuegos ve las imágenes por televisión y se obliga a aplicar la virtualidad del juego a la realidad. Simultáneamente, en la misma ciudad, los responsables del Departamento Q, la policía danesa especializada en delitos graves, es alertada ante la amenaza de un posible atentado terrorista a gran escala en Europa.
Es aquí, en la mezcla de todos estos arcos argumentales, donde «La víctima 2117» pierde parte de su magnetismo, donde la novela cambia. Gran parte de lo conseguido por Adler-Olsen en su planteamiento inicial se desvanece. La complicada puesta en escena del atentado y la descripción de los hechos motivadores de actuaciones de unos y otros está desarrollada y descrita con admirable perfección. El autor nos mantiene hasta ahí expectantes y sabe transmitirnos la tensión producida por una situación extrema. Por eso uno acaba preguntándose el porqué de ese cambio, qué es lo que ha ocurrido. Incluso el lenguaje y la misma narración se vuelven más vulgares y todo lo conseguido hasta ese momento parece derrumbarse.
Como he dicho al principio, la novela sorprende porque, a pesar sus carencias, se nota el pulso de un autor avalado por gran cantidad de premios y nominaciones que definen una trayectoria profesional envidiable y bastante larga (el próximo dos de agosto Adler-Olsen cumple setenta años). Cuenta, por tanto, con un gran bagaje a sus espaldas y con una exitosa carrera que comenzó discretamente, valga la curiosidad, como corrector ortográfico.
La víctima 2117 es la octava de la serie “Departamento Q”, algunas de ellas han sido llevadas al cine, y de alguna manera desmerece un poco de sus hermanas. Al final, queda un sabor agridulce, el de una buena novela que entretiene y que se disfruta, pero que podía haber llegado más lejos.
Ficha técnica:
Título: La víctima 2117.
Autor: Jussi Adler Olsen.
Fecha publicación: 8-julio-2020.
Editorial Maeva.