“Las garras del águila” es la primera novela de lo que parece va a ser una nueva trilogía de la serie Millennium.
La periodista y escritora sueca Karin Smirnoff recoge el testigo que deja David Lagercrantz aceptando el ofrecimiento de la editorial por deseo expreso de los herederos de Larsson.
Arriesgado y mucho. Larsson ideó una serie basada en varios puntos. El primero, la investigación periodística. Periodismo sobre la actualidad, pero sobre todo de futuro. Poder, implicación de grandes corporaciones y multinacionales, racismo, auge y financiación de los partidos ultras, corrupción e inmigración.
Periodismo de denuncia serio y veraz. Para ello se sirvió de un personaje, para mí, hecho a su imagen y semejanza, porque Mikael Blomvist reúne todo el ideario de Larsson. Enemigo acérrimo de la ultraderecha sueca y de las corruptelas del Estado.
El segundo, un fondo negro para sustentar esa idea. Un argumento que uniese ambos para dar sentido narrativo a los hechos. Y por último, la creación de un personaje que dio vida a todo ese gran entramado, y que destaca sobre todo y todos y ahí, acertó en su totalidad, porque la serie es Lisbeth Salander y su éxito es el de ella. Su personaje llegó a cautivarle de tal manera que le dominó, llegando a desplazar, por su importancia, a la trama principal.
Por eso precisamente, todo aquello que respete a Lisbeth gustará y lo que se aleje de ella nos alejará a nosotros, igualmente, de la lectura. Salander es única y no va a cambiar, sencillamente porque ella no quiere.
Con la apariencia del antihéroe por excelencia, resulta ser todo lo contrario. Habilidad, capacidad y una mente con cualidades extraordinarias, prácticamente le permiten alcanzar todo lo que se propone.
Pero siempre dentro de los límites que impone la lógica, con métodos deductivos y procedimientos, razonados. Sólo derrotada, a nivel personal, por ella misma, su aislamiento es deseado. No necesita a nadie.
Lisbeth Salander es alguien extraordinario, que llegó y cautivó. Personaje oscuro, de difícil clasificación con un indudable carisma y particular carácter.
En «Las garras del águila», Karin Smirnoff respeta la base de la obra creada por Larsson, porque el periodismo denuncia/investigación está presente en las formas del greenwashing y la creciente demanda de energía.
En este caso el poder político está inmerso en la creación de un gran parque eólico, encubriendo información y con presentaciones sesgadas de los hechos. Medio utilizado para la consecución, “el todo vale, no importa cómo”, porque es necesario y beneficioso para la comunidad.
¿De qué trata «Las garras del águila», de Karin Smirnoff?
Hasta Gasskas, población al norte de Suecia, ha llegado M. Blomkvist para la boda de su hija, que casualmente va a casarse con Hery Salo, alto cargo del ayuntamiento y máximo responsable del proyectado parque eólico. Las cosas se complican mucho.
Hay multitud de minitramas de difícil conjunción. Una serie de desapariciones de adultos y también de niños, involucra a demasiadas personas y toda esa mezcolanza provoca en la trama cierta desorientación. En esta población se encuentra también Svala, trece años, sola y con problemas serios por la desaparición de su madre. Los servicios sociales avisan a Lisbeth para que se haga cargo de su sobrina. A pesar del consiguiente enfado, Salander acude.
Smirnoff mantiene los tres principios Larssianos. Búsqueda de poder político y financiero, política fraudulenta, en este caso por parte de la ultraderecha. Explotación de energías renovables y violencia contra las mujeres.
Una trama político/familiar, que mezcla con habilidad, y, por último, Lisbeth Salander, a la que acompaña en su investigación Svala, una pequeña Lisbeth. La oscuridad, frialdad, escasez de sentimientos y la casi falta total de empatía de Salander están tratadas con mayor suavidad. La escritora la ha humanizado y ha suavizado sus rasgos y características. Se abre más a los demás, tampoco tanto, pero si algo más.
Todo esto tiene su importancia porque es lo que hacía al personaje singular y diferente. Sus especiales peculiaridades son las que la tipifican. Cambiar todo eso es cambiar su esencia. La vida personal de Salander se aproxima casi al desastre, pero es a propósito, solamente porque ella lo quiere así, ya que eso le permite no socializar.
Aislada voluntariamente en sí misma, sus extraordinarias facultades la mantienen activa y en forma. Su mente piensa y decide con sorprendente rapidez. Aparece y desaparece como si no hubiese estado allí. No quiere ataduras. Su insuperable capacidad analítica para el manejo de situaciones y datos parece no tener límite alguno. La seguridad en sí misma es innegable. Pero antes no tenía dudas. Hoy sí.
En mi opinión, en «Las garras del águila», Smirnoff hace lo que puede. El reto es muy fuerte. De difícil asunción, aparte de los innumerables juicios que se van a dar sobre ella. Larson ya dejó a su personaje delineado a la perfección. Todo lo que sea innovar sobre él, corre el riesgo de fracasar, de no gustar, de devaluarlo, porque engrandecerlo conlleva extraordinaria dificultad.
La escritora intenta honestamente ser fiel al espíritu y al fondo de la trilogía Millennium. Aporta lo que puede al “proyecto Salander” que ya es mucho, porque sus seguidores podremos seguir disfrutando de él y de este modo continúa vivo.
Smirnoff deja con «Las garras del águila» el terreno bien abonado y con todo abierto para un retorno en conjunción de Lisbeth y Svala. Si no cae en lo convencional, sujeta bien la acción y sus personajes no la “engullen”, podemos encontrarnos con una excelente continuación, pero ese dúo es peligroso. Dos cerebros que podríamos denominar prodigiosos, porque la niña se las trae, tienen, a priori, gancho y “punch”, pero, en mi opinión, ese dualismo puede resultar excesivo.
Depende de la autora que acierte en el golpe. Lisbeth Salander es ya un personaje atemporal. Pervivirá en el recuerdo y con ella y gracias a ella, su creador. Por eso, todo lo que se escriba sobre ella y sea tratado con respeto será bien recibido.
Reseña y opinión personal de: “LAS GARRAS DEL ÁGUILA”.
Autor: Karin Smirnoff.
Fecha publicación: 30 agosto 2023.
Editorial: Destino.
Traducción: Mónica Corral y Martin Lexell.
Título original: Havsörnens sbrik.
Género: Novela negra
Estaba ansiosa por leerme una reseña del libro, ya que hace poco que salió. Yo ya me he comprado el libro, hace dos días. Espero, de verdad, poder disfrutar mucho de él, aunque me dejas un poco preocupada xD. La verdad es que el reto para la autora es muy grande
Lisbeth Salander es por mucho mi personaje literario favorito! Por eso siempre quiero saber de ella, con los libros de Lagercrantz sentí que era saber de ella a través de alguien que no la conocía. Me parece Karim Smirnoff entiende y conoce mejor a Lisbeth y nos la presenta más madura pero manteniendo su esencia.
Aunque agradezco la continuidad en nuestras vidas de Lisbeth, como bien dices, la novela no es fiel a este personaje. quizá no sea objetiva porque es de mis favoritos, pero no veo a Lisbeth en ningún sitio la verdad. Prometía, pero ahí se quedó.
Seguiré consumiendo Millenium, por lo que tú dices, porque no la queremos dejar marchar, y en esa obcecación, a mí, me vale todo 😵😵😅
Lei toda la saga y realmente este ultimo deja a los personajes principales muy desdibujados, casi fantasmales. Una lectura que me remite a imaginarios ya repetidos. No se si porque utilice resolver por audiolibro, pero pense en un momento que estaba resuelto por IA. Es mi percepcion, no es la ultima palabra.