“Nada que perder, excepto la vida” es un thriller policial cuya acción se desarrolla entre Comillas y Santander.
En ella volvemos a encontrarnos con la pareja de inspectores María Pinta y Diego Olivares y a su superior, el comisario Fausto Redondo, amén de otros ya conocidos. A la vista de lo leído no puede negarse que Gil de Biedma tiene una imaginación y una fantasía desbordantes, porque si idear una trama así ya es complicado, el casar todos los entresijos de este descomunal enredo y lograr que encajen de manera perfecta es casi imposible.
¿De qué trata «Nada que perder, excepto la vida?
Tras diez años en la prisión de El Dueso, el empresario Fabio Carcelén es puesto en libertad. Su salida, adelantada siete años por buen comportamiento y por tanto no esperada, genera una sucesión de actos obligados, por lo inesperado de la salida, que son el detonante de acontecimientos imprevisibles. Para alguien el tiempo es importante y la urgencia con la que se toman decisiones, provoca una serie de sucesos con resultados poco previsibles y que llevan aparejados el desastre.
A los pocos días de su puesta en libertad, el ex socio de Carcelén muere en un extraño accidente de tráfico. No es el único accidentado. Carcelén, que siempre defendió su inocencia, desaparece. Poco después tres cadáveres aparecen en su antiguo domicilio y el empresario vuelve a estar en el punto de mira de la policía, por el más que posible móvil de la venganza. Los hechos se precipitan a velocidad de locura. Los implicados, que ya son muchos, aumentan y las líneas de investigación que Pinta y Olivares están siguiendo se diversifican, ampliándose a su vez cada una de ellas.
La situación no tarda en convertirse en crítica para todos. Para la policía y sus mandos que deben dar solución al caso y una respuesta a la prensa y a la sociedad. Para las mentes criminales que ven como sus actividades se ven seriamente amenazadas y para Fabio Carcelén que, confiado, sale de la cárcel para intentar rehacer su vida, demostrar su inocencia y volver a ocupar el puesto que le corresponde en la sociedad y sin comerlo ni beberlo se encuentra en el centro de un caos descomunal.
No quedan ahí las cosas porque la situación del empresario empeora cuando se da cuenta de que él no es el único amenazado. Algo se ha desatado con toda su fuerza y ha irrumpido en su vida poniendo en peligro su integridad y la de sus hijos. Cuando los planes no salen según lo previsto, algo se rompe y provoca consecuencias inesperadas y en muchas ocasiones no deseadas. En situaciones tan críticas como en la que se encuentran todos los implicados, es fácil que se desate la peor de las tormentas.
Es lo que sucede en “Nada que perder, excepto la vida”, pero desde el mismo inicio, no solo en su parte final, por otro lado difícil de una resolución creíble con todo lo que ha ocurrido, pero que Federico Correa Gil de Biedma sabe resolver con acierto. Nos encontramos, por tanto, ante una buena novela negra, muy entretenida, en la que la acción no da respiro. Ayuda a su lectura el que esté bien escrita y su desarrollo bien narrado.
NADA QUE PERDER, excepto la vida.
Autor: Federico Correa Gil de Biedma.
Editorial: Autopublicado.
Páginas: 450.
Fecha publicación: 9 noviembre 2022.
Género: Novela negra