“Nido de águilas” es una novela negra ambientada en Barcelona en 1941. Segunda novela de Raúl Sánchez García tras “Ciudad de ratas” que tuvo una buena acogida.

Escenario histórico y un personaje de fuerte atracción tuvieron mucho que ver en ello. Porque Luis Costa, ex combatiente en el Rif, ex periodista corresponsal de guerra y ahora detective privado con 38 años es un personaje de fuerte carisma. Difícil profesión la de Costa en una Barcelona triste, sombría, hambrienta y peligrosa. El autor nos presenta a un hombre que es carne de cañón.

Conocido y vigilado hace lo que le mandan o lo que le permiten, pero el chico es listo, más de lo que aparenta y pareciendo que accede a todo lo que le obligan y que obediente, se deja manejar, en realidad hace lo que le viene en gana, con un desparpajo y un descaro de envidiar y admirar. Y no le va nada mal, si exceptuamos alguna que otra ocasión en la que se lleva lo que no quiere. Costa es simpático, cae bien. Sabe desenvolverse, y además con gracia, en cualquier situación.

Es resolutivo y con multitud de recursos, algo canalla, tiene sorna y guasa, quizás para contrarrestar todo el mal ambiente que le rodea y que él sabe que va a durar más tiempo del que él quisiera. En el lado contrario aunque represente a la ley, se encuentra otro personaje que también reúne características que le hacen especial.

Porque el inspector Quevedo, afecto al Régimen quizás porque no le queda otra, es un personaje inquietante y mordaz, por decir algo suave, al que Sánchez ha dotado de una fuerte personalidad. Sus intervenciones no defraudan nunca. Némesis de Costa, hay momentos en los que parece que hasta llegan a respetarse e incluso pudieran llegar a apreciarse si las circunstancias fueran otras.

Argumendo de «Nido de águilas», de Raúl Sánchez García

Hotel Ritz. Un hombre aparece degollado y algo más en una de las habitaciones. Algo falta. Un maletín con información confidencial y altamente sensible que todos buscan y que nadie encuentra.  Quevedo obliga a Costa a buscarlo y encontrarlo. Pero no sólo él. Hay otros y con intereses diferentes que no tienen intención de dejar que eso ocurra, sino todo lo contrario y al precio que sea. No importa el cómo. Desde el inicio los movimientos de Costa se siguen con interés.

La novela es muy entretenida. Sánchez maneja una trama difícil con solvencia, dentro de la que actúan redes de espionaje y contraespionaje. La situación económica en España es desastrosa recién terminada la guerra civil y recién comenzada la Segunda Mundial. Barcelona se ha convertido en un nido de espías.

La posición del Gobierno español es muy delicada debido a las fuertes presiones, por un lado, de Alemania, para que pase a formar parte de las fuerzas del Eje y por otra de los Aliados y el bloqueo al que han sometido al país. El intento de una España neutral provoca servidumbres no deseadas.

 Sánchez, con una elocuente forma de narrar, ha creado un convincente enredo a lo grande, que va desarrollando a un buen nivel y sin perder nunca el buen humor. “Nido de águilas” es de esas novelas que exceden lo negro. Al final, aunque sea un buen juego de espías, se acaba disfrutando tanto de su lectura como de la trama, da un poco igual lo que pase. Escritura inteligente con un humor muy fino que se cuela entre sus diálogos.

Una pena que haya una serie de errores que sin afectar a la novela en sí misma, si afean el relato. Los finales de línea, (versión kindle) porque sencillamente no queda bien cortar las palabras de esa manera, máxime cuando hay diferentes formas de hacerlo correctamente y métodos para subsanarlo.

Hay otros, que sin ser incorrectos sí desdicen de una escritura que Raúl Sánchez sabe utilizar bien y de manera culta, convirtiéndola en vulgar. Previsiblemente es la traducción del catalán al castellano, por poner un ejemplo “el calor”. Calor en castellano es masculino, no femenino, como en catalán. Al estar escrita, la que yo he leído, en castellano, no se puede poner “la calor”. No queda bien, la verdad. Todo esto tiene una importancia relativa, dado que se puede subsanar fácilmente.

Obviando esto último, puede afirmarse que “Nido de águilas” es una excelente novela negra.

reseña y opinión personal de «Nido de águilas».
Autor: Raúl Sánchez García.
Fecha publicación: 1 marzo 2024.
Editorial: Auto publicado.
Páginas: 377.
Género: Novela Negra