Obsesión, de la escritora británica J. L. Butler (pseudónimo de Tasmina Perry), es un relato de ambiciones, amor, celos y obsesiones.
Tasmina Perry (J. L. Butler) ha escrito una trama inteligente y apasionante por momentos. Tras un planteamiento algo sobrio y poco adictivo, la novela va adquiriendo un interés que se hace absorbente, preparando un final al que llegas casi con ansiedad y, como sucede en pocas ocasiones, completamente despistado.
Las idas y venidas de la protagonista, sus altibajos, dudas y miedos, acaban envolviéndonos, mientras vamos observando cómo va hundiéndose poco a poco, estropeando su situación, que le supera y le sobrepasa.
Buscada por la policía como sospechosa, a causa de una desaparición y acosada sexualmente por un vecino, Francine va buscando apoyos allá donde puede, intentando solucionar el lío en el que anda metida.
La fuerza de la novela está en ella. La autora ha querido que todo gire a su alrededor. A lo largo de todo el relato, nos va descubriendo novedades en el carácter de la protagonista. Conocemos así a una persona difícil, por su bipolaridad, con episodios agresivos en su juventud hasta ser diagnosticada y con una adolescencia complicada debido a su carácter y su comportamiento sexual. Abogada en la actualidad en un importante bufete londinense, en buena posición económica y social, reconocida en su trabajo y triunfadora.
Encargada del caso de divorcio de un alto empresario, comienza una relación prohibida con él. La desaparición de la esposa de éste, hace iniciar a la policía su búsqueda y la tardanza en su aparición, comienza a sembrar dudas en los investigadores. Los pasos, desacertados, del cliente y de ella misma, enredados en un juego amoroso que roza la obsesión, desencadena una serie de reacciones no esperadas, la peor, sin duda, la incriminación de ambos, comenzando ahí una serie de desencuentros e inquietudes.
Pese a que «Obsesión» tiene altibajos, es en su conjunto global cautivante y entretenida. No se le puede negar originalidad, una trama muy complicada y muy bien desarrollada.
En definitiva, un relato ameno y muy bien contado. El hecho de que los personajes sean pocos y estén bien definidos, le da valor, y ayuda en la comprensión de una trama que se mueve muy rápido y en la que hay muchos imprevistos. Con un ritmo ascendente y trepidante, la novela va adquiriendo tensión a medida que se acerca el desenlace.
Lo cierto es que toda la obra está muy bien llevada. Un thriller que hace pasar un buen rato, con una protagonista muy peculiar, con la que llegas a familiarizarte tanto, que sufres con ella, cuando piensa en la situación en la que se encontraba apenas unos días y en la actual con un “sin salida” escrito en su cabeza.
Puntuación: