Hoy os traemos la reseña de Invierno, de Ali smith, una obra de lectura reposada, de observación de lo cotidiano y llena de detalles.
El invierno, en nuestro hemisferio norte, está asociado a una climatología desapacible y un cierto estado espiritual. Invierno significa frío, contención, confinamiento y lazos familiares que se reivindican, como dice Ali Smith, en los días más oscuros del solsticio.
En la novela, la meteorología es solo un excipiente que no se apodera de la atmósfera ni de los personajes. Está quizá más presente en los estados de ánimo, ejemplarmente acompañados por la predominante niebla navideña, con sus ritos, costumbres y añoranzas. El invierno como rememoración. El invierno como repaso a nuestra vida, como momento de decidir sobre nuestras aspiraciones para el futuro. Eso impregna el libro, pero no de manera invasora sino suavemente referencial.
“Invierno”, como todos los libros de Ali Smith, tiene un compromiso con el mundo de lo incomprensible. Transmite su perplejidad y no da soluciones. Presenta hechos y situaciones y deja al lector el camino de la reflexión. Hay, no obstante, claras invitaciones a dirigir los pensamientos hacia los problemas del mundo actual; pequeñas ironías y algunos párrafos de mayor calado como los que dedica a Donald Trump y que le lleva a cerrar el libro con una crítica formalmente discreta, pero con una pesada carga de profundidad. Crítica profunda al mandatario, pero cuidadosa con las palabras y dentro de lo educacionalmente correcto.
EL LABORATORIO DE ALI SMITH
Ali Smith siempre nos sorprende con alguna incursión en el área de lo enigmático o de la taumaturgia. En este caso, el detalle más sorprendente es el comienzo de la novela, con una Sophia Cleves hablándole a una cabeza, cabeza de bulto exento la llamarían los escultores, con la que habla y discute, y que parece tener vida propia. La cabeza aparece otra vez más adelante, pero como simple frontón de reflexiones. Su función no está clara, o, mejor dicho, no parece tener función alguna.
Preguntada la autora sobre su significado, no llega a aclararnos nada; más bien lo define como una injerencia despótica de ciertos sueños de cabezas exentas que volaban. Esa entrada tan especial y, sinceramente, tan excéntrica, sirve para espantar los fantasmas de Jane Austen y dejar patente el hartazgo de intimidad y romanticismo que ha sometido a la literatura femenina o escrita por mujeres. Parodiando a cierto rey diremos: “Ahora que el universo de la mujer ya no está constreñido al intimismo, marchemos francamente, y yo la primera, por la senda de los terrenos vedados”, perdón por la broma.
El experimento no pasa a mayores. La autora nos convoca de inmediato al mundo de los personajes de carne y hueso, llenos de humanidad y preocupaciones. Y esa es la historia que Ali Smith nos cuenta: una familia que se reúne los días finales de Diciembre, cada uno con sus fobias, sus pequeños rencores a flor de piel y, también, con las querencias familiares y los recuerdos de sus tiempos de infancia.
LA PALABRA MUERTE
La palabra muerte invade el primer capítulo. La autora juega en Google para sorprenderse de las extrañas vinculaciones que le presenta el buscador. Eso también es el invierno: el paso de las estaciones que nos lleva poco a poco hacia un final. La muerte es el inicio de otra de sus novelas También la vemos en su relato “Rápido”, donde la autora, en la estación de King´s Cross se tropieza, nada más y nada menos que con la Muerte en persona. Esta recurrencia ayuda a entender cierta mística de Ali Smith de que los días están contados. En el fondo, Ali Smith siempre nos lleva a su terreno, al de sus preocupaciones y sus pensamientos, da igual que hable en tercera o en primera. Lo inexorable del tiempo es una de ellas.
EL UNIVERSO FEMENINO
El mundo de Ali Smith es femenino. Recordemos, tirando de estadística, que en su novela Hotel World las cinco protagonistas son femeninas. En “Invierno”, la mayoría de los pensamientos perspicaces, las opiniones categóricas, las personalidades más esquinadas y más potentes son femeninas. Hay un cuarteto bien delimitado que son: Charlotte, Iris, Sophia y Lux que llevan la voz cantante. “Invierno” se apoya en estas cuatro estacas que sostienen el armazón. El único personaje masculino es deliberadamente gris. No pasa de tener una conversación inteligente y alguna ocurrencia divertida, como la de llevarse a Lux a la cena de Nochebuena en las condiciones que no voy a adelantar.
PERSONAJES Y ESTEREOTIPOS
Los personajes son de carne y hueso, pero también son representaciones. Cada uno tiene un cometido y representa un estereotipo de nuestro tiempo. Ali Smith apuesta claramente por el progresismo. Le preocupa el planeta, los plásticos en el mar, las armas nucleares, la burocracia, el control del individuo, el autoritarismo. Pero “Invierno” no es una novela discursiva ni de infiltraciones subliminales. En primer lugar, porque al hacer que sus personajes sean representaciones, van de suyo con sus opiniones, engarzadas correctamente en la acción. Y en segundo, porque tiene la habilidad de no atosigar, sino que la dosificación de mensajes bien hilvanados neutraliza los slogans. Pero es evidente que el mundo actual está cada vez más presente en esta autora.
En este juego de caracteres, Lux representa el futuro, la valentía y la sinceridad; Iris, los valores actualmente en proceso de conquista, no en vano su curriculum es el de una activista a tiempo completo. Sophia Cleves, la que habla con la cabeza, es una mezcla de conservadurismo y modernidad. Ha triunfado en los negocios, lo que le hubiera dado a los ojos de una Virginia Woolf una patente de heroína. Sin embargo, aquí, y delante de Iris y Lux, representa el conformismo. Bueno cada lector tiene ante sí la tarea de adjudicar atributos a los personajes, si quiere reflexionar sobre ello.
PERIODISMO DE OBSERVACIÓN
El interés de la autora por las rutinas de la vida real le lleva a regalarnos siempre con estupendos detalles de lo que podríamos llamar periodismo de observación. Ejemplo: la visita a la ferretería o a la optometrista. Aprovecha a veces estas instancias para criticar los inconvenientes de la vida cotidiana, como la invasión de la publicidad o la burocracia. Esto es recurrente y nos recuerda el relato “Gótico” ya escrito en 2003, donde escribía sobre el anecdotario de la vida de los comunes, en ese caso de los libreros.
A QUIÉN RECOMENDAR INVIERNO
Es un placer leer a Ali Smith porque escribe con intención, con un gran don de comunicación y, además, escribe muy bien. Los personajes cuadran con su discurso y con sus actos, incluso las sorpresas son proporcionales a sus temperamentos. Hay total autenticidad y ningún deseo de llevar al lector al salón de lo confortable.
Hay que leer a esta autora, porque es una de las más singulares escritoras actuales. No nos extrañaría verla rondando el otorgamiento del gran premio literario actualmente en el mundo. Para los lectores de literatura un poquito intrépida, recomendación plena. Para los más convencionales, también, aunque quizá comenzando por las obras más recientes, por ejemplo su cuarteto estacional, del que la presente obra, “Invierno,” forma parte.
INVIERNO
Ali Smith
Nórdica Libros
Febrero de 2021
Traducción Magdalena Palmer
Has hecho una reseña magnífica. Me declaro fan incondicional de esta pedazo escritora, su literatura es visceral, pero rompe cualquier atisbo de romanticismo, una prosa llena de metáforas increíblemente construidas, y comprometida de lleno con los problemas de los mortales, que de forma inteligentísima los aborda, sigilosamente y rozando el ocultismo. Es una de las gigantes del panorama literario actual.
Muchas gracias Aida por dejar tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo con lo que expresas. Una escritora única sin lugar a dudas. Un saludo.