Esther García Llovet (Málaga 1963) emprende con «Spanish Beauty« su Trilogía de los países del Este.
Spanish Beauty se inicia en Benidorm, con más ingleses que rusos y sin entrar en el turismo nacional de familias con niños, matrimonios jubilados o paseantes relajados. Nos presenta un Benidorm más canalla, el del torbellino que se extiende por profundidades desconocidas desde el Rincón de Loix hasta la estribación de sierra Gelada o el Benidorm Palace; por los tugurios y hoteles medianos que salpican la urbe, desde la playa de Poniente a la Cruz de la Sierra.
Fiel a su principio de rodar en blanco y negro, busca con su cámara lo que va encontrando de marginal y exótico, tanto en la apariencia de sus personajes como en la profundidad humana que esconden. Conserva su sello de escritora singular y mantiene con pleno vigor su expresionismo intimista, sus instantáneas fotográficas, su prosa sincopada que nos adentra abruptamente en un conglomerado de teselas variopintas que conforman un mural de estilo propio. Expresionismo también sintético, sin colorear, a modo de trazos aleatorios tipo Jackson Pollock (el que pintaba sus cuadros a brochazos y pozales).
Pero, por otra parte, la autora saca esporádicamente su plumilla de la escuela flamenca y dibuja pequeñas miniaturas unas veces poéticas y otras de agudos detalles costumbristas para plasmar la particular visión de su Comedia Humana. Si tuviéramos que definir su música la podríamos calificar de partitura emborronada caprichosamente, pero que deja escuchar su melodía con nitidez.
Esther García Llovet, como ya pudimos apreciar en «Sánchez«, sigue enriqueciendo sus textos con pequeñas incrustaciones que destacan por su brillo, como pámpanos poéticos que parecen salir de la nada: (cito de memoria: las olas felinas o el cielo de color pollo cocido (¡a quien se le ocurre ¡)).
Sinopsis de Spanish Beauty
El argumento no es precisamente lo más reseñable de Spanish Beauty: Una policía nacional que se mueve con los bolsillos llenos de hastío y el mundo por montera y que se encuentra como pez en el agua en el verano de su descontento, con ese sol de Benidorm.
A destacar, sobre todo, sus personajes, que no se hacen querer, que no invitan a identificarse con ellos, ni siquiera a admirarlos o a odiarlos. Personajes que pasan olímpicamente del lector y que se brindan solamente a ser observados a través de una mirilla. Extraña sensación la de permanecer como espectador sin inmiscuirse en el mundo hermético de la autora. Sin embargo, Esther García Llovet consigue conectar con su lector ofreciendo una representación teatral cuyas luces se encienden brillantes con la primera línea y se apagan con la última.
Ya hemos dicho que García Llovet escribe en blanco y negro como telón de fondo, pero nos regala, de cuando en cuando, algunos fotogramas de lentejuelas y de parpadeos bajo el sol mediterráneo y el mar azul de Levante.
Isidro M. Gimeno
Spanish Beauty.
Enero 2022
Editorial Anagrama
Autor: Esther García Llovet
Sin menospreciar en absoluto la labor encomiable de cualquier escritor/a, me encantaría que alguien me explicase qué demonios ha ocurrido en la novela.
De tener cuatrocientas o quinientas páginas, ¿Alguien la leería entera?
Preguntas de un ignorante perplejo.