“Un misterio en Aber Wrac’h” supone la undécima entrega de la serie protagonizada por el comisario Georges Dupin.
Nueve meses después del lanzamiento de “Dos muertes en Belle – Île”, el autor alemán que escribe bajo el pseudónimo de Jean Luc Bannalec vuelve a reunir al comisario y a su equipo en un caso complicado, pero sobre todo muy extraño. Y de nuevo la narración mantiene las cualidades de las anteriores. Enorme rapidez en la resolución del caso y las largas y abundantes descripciones de paisajes, gastronomía, luz y colorido de la zona.
Nada que objetar sobre esto último, porque realmente son singulares y sobresalientes. Cualquiera que haya leído al menos alguna de las anteriores ya sabe que esto va a ser así. Sin embargo, el método utilizado para la investigación sí resulta repetitivo. Infinidad de preguntas en pocas horas a un número excesivo de personas hasta que salta algo que llama la atención. Dupin no suelta la presa en ningún momento.
El seguimiento que hace a todos los implicados es constante, no da tregua ni descanso y quizás sea por ello por lo que “Un misterio en Aber Wrac’h” no haya satisfecho expectativas como lo hicieron las anteriores. Es algo más, ni nuevo ni diferente, de algo ya conocido. No aporta absolutamente nada, que no sea pasar un rato de agradable lectura.
¿De qué trata «Un misterio en Aber Wrac’h»?
A la muerte por causas naturales de la tía de 89 años del inspector Labat, le sucede una agresión a este último y al mismo tiempo un asesinato. La muerte de la anciana había sido vaticinada y anunciada por ella misma, por simple intuición, en base a ciertos “presagios”.
El equipo de Dupin al completo se traslada al Aber Wrac’h, una de las zonas más bellas y agrestes de la Bretaña, no muy lejos de Concarneau, para hacerse cargo de la investigación. Allí, la comandante Carman de la gendarmería local se encarga de apoyarles y darles la cobertura necesaria. Como viene siendo habitual en tres días el equipo resuelve el caso entre cafés, ostras y alguna que otra comida especial preparada por los propietarios del Baie des Anges.
El inspector Dupin, es todo un personaje. Sigue siendo el mismo de siempre. Perspicaz, eficiente y preocupado por los integrantes de su equipo a quienes cuida y protege. Más interesado si cabe, improbable o más bien imposible, por la gastronomía de la zona, por el buen comer y “savoir faire”, el arte de saber disfrutar de la vida, de cada uno de sus momentos. Todo está al servicio de Dupin. Los nuevos personajes están delineados bien, pero de manera justa, sin profundizar. Cumplen, sin más.
Desde que en junio de 2013 se publicó en España “El misterio de Pont Aven” la escritura de Bannalec se mantiene igual. No ha cambiado ni en el fondo ni en la forma. Sencilla y clara, pero de una enorme solidez cuando el autor habla de las virtudes de la Bretaña.
Contrasta la rapidez de la acción con las descripciones de ambientes y escenarios. Ahí fluye despacio y Bannalec se recrea sabiendo que consigue embriagarnos con el color y la belleza de la costa bretona. En fin, todo aquello de lo que ya hemos hablado muchas veces. Nadie como él para deslumbrarnos con los amaneceres de la “Côte des Abers” y el colorido que la incomparable luminosidad de la luz y sus innumerables matices aportan a la superficie del Atlántico. Por supuesto que satisfará plenamente a los innumerables seguidores de Dupin y a quien guste de una lectura tranquila, de mero entretenimiento y disfrute.
Reseña y opinión: UN MISTERIO EN ABER WRAC’H.
Autor: Jean Luc Bannalec.
Fecha de publicación: 13 julio 2023.
Traducción: Marta Mabres.
Editorial: Grijalbo.
Páginas: 305.
Título original: Bretonische Nächte.
Género: Novela negra