“Lo que oculta la noche” es una novela difícil por la particularidad que implica ficcionar sobre un hecho real, pero además en este caso con las características tan especiales de lo sucedido aquella noche de 1990.
Pero May R. Ayamonte ha tenido un acierto. Conocedora de esa dificultad por, imagino yo, las innumerables vueltas que le habrá dado, ha basado su novela en dos pilares básicos, la trama y los personajes. Inquietante e interesante, con una primera mitad, en mi opinión, de excepción por su desarrollo, la trama se desarrolla en dos espacios de tiempo, aunque cercanos, y de lugar, más lejanos, Cuba y Granada.
Ayamonte va introduciendo todo lo necesario para situarnos y darnos a conocer escenarios y sobre todo los movimientos físicos y anímicos de una de las dos grandes protagonistas, porque definir y delinear el carácter y la evolución de la mente de Dolores García, sin caer en lo convencional o vulgar, no es nada fácil.
Como tampoco lo es el definir el de Polet Hartero subinspectora de policía encargada de una investigación que ha dado un vuelco a su vida. Treinta y dos años. Soltera, con una hija en edad escolar y sola; con excepción hecha de sus padres que le ayudan todo lo que pueden con la pequeña. Polet mantiene una lucha diaria y constante con horarios, responsabilidades y una fuerte inestabilidad cada día más acusada. Como no tiene tiempo para nada, encima se enamora y no se le ocurre nada mejor que embarcarse en una relación sentimental de lo más curiosa, con alguien relacionado con su trabajo perteneciente al equipo forense.
Esta nueva situación aparecida en su vida, sin esperarla, le produce una cierta estabilidad y un evidente bienestar emocional, pero desestabiliza aún más sus tiempos, con sus inevitables consecuencias. Un secundario especial, sencillo y genial, lo conforma el inspector Luis Rodríguez.
¿De que trata “Lo que oculta la noche” de May R. Ayamonte?
1987. Dolores García, harta de su marido y de la vida que lleva en Granada, escapa dejando atrás incluso a su pequeña hija, y huye a Cuba con Juan Pablo, cubano que había venido a España a formarse en restauración. Allí Dolores, persona con un fuerte arraigo religioso, se inicia en la santería hasta que un día decide cambiar de opinión.
1990. Granada. La llamada de una mujer pidiendo a gritos ayuda, alerta a la policía que se presenta de inmediato en el lugar para encontrarse con un espectáculo escalofriante. El fuerte arraigo religioso de la familia García y las connotaciones diabólicas que se desprenden del tema, convierte el hecho en mediático y Granada convulsiona.
Luis Rodríguez es un inusual inspector, que conoce su trabajo, lo domina y tiene la suficiente madurez para mandar con eficiencia sin tener que acudir a órdenes, ni malas maneras. Su mero ejemplo es suficiente para que todo el equipo, sin excepción, responda. Pero la que destaca es Polet.
Lograr que un personaje te atraiga y sorprenda desde el principio cuando apenas lo conocemos, entraña dificultad. La subinspectora es un polvorín. Excesivamente responsable con su trabajo y obligaciones y con una hija pequeña que la obliga a respetar unos horarios que no puede cumplir, con un principio de enamoramiento que la tiene completamente desorientada y un caso extraño y complicado, se encuentra en un continuo estado de excitación. Contradictoria Polet, es peculiar. La relación sentimental que inicia no deja de tener un fuerte interés.
Ayamonte, a medida que Polet va desarrollando la investigación, va incorporando a la narración retazos de la vida de Dolores García, sus extrañas visiones de un sobrino fallecido y su introducción en la santería cubana. Ritos ancestrales, costumbres fuertemente arraigadas que rozan peligrosamente el fanatismo religioso. Toda una creencia ocultista que a Dolores le produce un profundo desasosiego.
Muy complejo su personaje y muy bien tratado y conseguido. Su inmadurez y un sobrevenido malestar interior la van condicionando hasta el punto de abandonarse a sus fantasías. Difícil profundizar sin desvelar datos de importancia que puedan perjudicar al relato. En cualquier caso el hecho en sí mismo que configura el argumento y las dos protagonistas principales son ya suficiente aliciente para una lectura que se sigue desde su inicio con verdadera atención.
En algún momento de su segunda parte, la narración, en mi opinión, entra en una espiral repetitiva excesiva. Demasiadas vueltas a un mismo tema, al que Ayamonte vuelve una y otra vez, quizás debido a que ficcionar sobre la realidad comporta evidentes dificultades. Los hechos están ahí, inmutables y desde el comienzan te están condicionando.
Acertado y muy bien pensado el doble epílogo final. Lectura sugestiva, “Lo que oculta la noche” es una novela muy entretenida que alcanza momentos tensos de fuerte interés.
LO QUE OCULTA LA NOCHE.
Autor: May R. Ayamonte.
Fecha de publicación: 20 marzo 2025.
Género: Thriller policíaco.
Editorial: Contraluz Editorial.
Páginas: 436.
