Hoy os traemos la reseña de Luna Roja, de Marta Martín Girón.

Con los mismos protagonistas que en su novela anterior “Dama Blanca”, prácticamente el mismo espacio temporal, dado el estado en que encontramos las relaciones entre ellos y el mismo escenario, cambiando Cullera por Alcira, Marta Martín Girón nos presenta en “Luna Roja” un nuevo caso de los inspectores de policía Yago Reyes y Aines Collado, que se sustenta básicamente en ellos y en una idea: las motivaciones como motor de la conducta.

Una investigación policial, la relación profesional y personal entre Reyes y Collado, y las motivaciones del asesino, son los tres ejes sobre los que gira Luna Roja. Yago Reyes sigue pareciéndonos ese inspector brillante con una madurez profesional y un saber estar encomiables, que, sin embargo, deja bastante que desear en cuanto a sus relaciones personales se refiere, con unas reacciones ora infantiles, ora fuera de lugar, que contrastan con ese carácter serio y analítico que demuestra en su trabajo.

Luna Roja es una novela que goza de un buen comienzo, realizado con sobriedad y que enseguida nos envuelve y no da pié al abandono de la lectura debido a la fluidez de la narración, lo ameno de ésta y el interés que muy pronto despierta.

La crítica ya aplaudió a Marta Martín girón por su “Dama Blanca” y con razón. Supo crear dos personajes principales cercanos y creíbles por su normalidad. También algún secundario como su jefe, el comisario Luca de Tena, tiene esas características.

Argumento

Luna Roja comienza con la aparición del cadáver de un hombre con dos disparos en un bosque cercano a Alcira. Muy pronto nuevos hechos demostrarán que los protagonistas se encuentran ante un asesino inteligente, metódico y con un fin muy claro.

La autora describe y explica acertadamente y de manera exhaustiva las obsesiones de éste. Cómo su mente va cambiando a medida que recibe estímulos, hasta trastornarse y llegar a concebir un plan que le permita terminar con todo aquello que ha llegado a odiar.

 La difícil comunicación inicial entre Collado y Reyes se va suavizando y, poco a poco, termina diluyéndose. A medida que la novela avanza, la relación entre Aines y Yago se hace más cercana y se intensifica. En Aines desaparece esa frialdad que creó una barrera, debido a un pasado de sufrimiento. A la vez, ambos entran en una espiral de dudas que como suele ocurrir, da lugar a los primeros malentendidos, esos que ofuscan la claridad y no permiten ver la verdad de los sentimientos.

En este caso, investigación y relaciones personales conjuntan bien y ambas adquieren verdadero interés. El relato avanza contado en primera persona por los diferentes personajes, asesino incluido, lo que da lugar a un mejor conocimiento de ideas, sentimientos e intenciones de cada uno. Manera perfecta de identificarnos con ellos al lograr que quedemos inmersos en su día a día.

Nos encontramos por tanto ante un buen comienzo y una magnífica exposición de trama y personajes, que baja el tono a medida que afronta el final. El incidir de manera insistente en los sinsabores de una relación tensa, con un continuo tira y afloja entre los protagonistas llega a pesar, produciendo además un bajón en el interés despertado por la investigación. Por otro lado la reiterada exposición de los motivos del asesino que propician los hechos me ha parecido excesiva.

La novela tiene fases de gran acierto y otras no tanto, entre ellas el final, que no me ha llegado a convencer del todo. La supresión de un par de detalles desagradables no habría afectado para nada al relato, pero visto lo visto en La nena de Carmen Mola y otras tantas novelas de reciente publicación, parece que es lo que se demanda hoy día.

En conclusión, Luna Roja es una buena novela, altamente recomendable a todos los amantes del género, que cuenta con una idea, planteamiento y comienzo que nos hacen presagiar que Marta Martín Girón va a darnos muy buenos momentos de lectura en el futuro.

Ficha Técnica:
Título: Luna Roja.
Autor: Marta Martín Girón.
Fecha publicación: 5 enero 2021.
Editorial: Publicaciones Independientes.