El ego de los tontos | Roberto Martínez Guzmán

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“El ego de los tontos” es la sexta novela de Martínez Guzmán y supone la tercera aparición del policía Lucas Acevedo.

Lucas continúa en Galicia apartado del servicio, en situación de excedencia forzosa, después de lo ocurrido en Madrid, donde los métodos empleados por él para solucionar problemas surgidos durante una investigación, por lo visto no gustaron a sus superiores por decirlo de una manera suave.

La novelística de R. Martínez G. se aproxima más al thriller de acción que a la novela negra, porque es la acción la dominante y en la que el escritor no abandona su sentido del humor cada vez más negro.

Parece que el autor ríe y se divierte con las andanzas de su personaje. Acevedo es alguien muy curioso y con muchas particularidades, entre ellas solucionar las situaciones críticas en las que se ve envuelto, creando otras aún peores, lo que no deja de tener su gracia; como si alguna fuerza interior, será Galicia, se aliase con él para sembrar ambos el caos y además lo hacen a lo grande y con una cierta alegría.

De qué trata “El ego de los tontos” de Roberto Martínez Guzmán.

El resultado de unos disparos efectuados pocos minutos antes de las doce de la noche en poco más de cien metros, por un tirador desde un coche, tiene como resultado una niña de catorce años, herida grave, una persona de 72 años, muerta y Tomás Cerreda herido en una pierna cuando salía de cenar, con su amigo Acevedo del restaurante Rojo, de la localidad de Sárdoma, cercana a Vigo.

El policía no ve explicación alguna a esa actuación que en principio achaca a un perturbado o un desequilibrado, pero acaba deduciendo que el único objetivo era él. Solamente sobre ellos dos, fueron efectuados cinco disparos. Cuando Ramón Calvo un ex compañero de su primera época en Cádiz le comenta que Edgar Santana un mafioso sin escrúpulos acaba de salir de la cárcel y se encuentra en Vigo, muy cerca de donde él vive, enseguida lo relaciona.

Acevedo fue quien le detuvo y le mandó a prisión hace dieciocho años. En una larga analepsis Roberto M. Guzmán, como si de una nueva novela dentro de ésta se tratara, narra lo que sucedió entonces, para, terminado, volver a continuación a la época actual.

La escritura de Martinez Guzmán es sobria, sencilla, la indispensable, pero al mismo tiempo se nota la facilidad del autor para la narración. Es suelta, sin tibiezas ni dudas. La conversación mantenida en las primeras páginas entre Héctor y Armando, padre y tío de Marina, la niña tiroteada, por un lado, Lucas por otro y la televisión haciendo de convidado de piedra, pero con mucho que decir, es un ejemplo de diálogo a tres bandas monumental. Agresivo, asertivo y pasivo, se podría calificar de tridimensional.

Lucas Acevedo es un solitario. Su día a día le ha convertido en una persona dura en su trabajo. Con escrúpulos, sí, pero los justos. Tiene claro su papel. Respeta las normas, pero hay excepciones, porque considera que las excepciones a las reglas también son reglas. No conoce el miedo o al menos no convive con él y es bueno en su quehacer diario o como dicen sus superiores “muy bueno”, por eso su jefe inmediato, Parrado, le ofrece volver a incorporarse a la UDYCO, siempre y cuando abandone su agresividad y, sobre todo, llegue a saber controlarse. No sabe lo que dice.

No fue fácil para Acevedo su paso por esa unidad. Ser un infiltrado en el narcotráfico es el peor y más peligroso de los trabajos y eso curte, pero también marca. Te cambia. Lucas piensa rápido y actúa aún a más velocidad. Impulsivo e imprevisible no duda y no parece analizar las posibles consecuencias de sus actos.

Lo suyo es afrontar los problemas de frente, que los demás sepan que estás ahí, provocarles y esperar, pero no mucho, para luego, a continuación, actuar. Su amigo Ramón Calvo que le ayudó en Cádiz, en la detención de Edgar Santana, no podía creer los planes de Acevedo y menos aún la forma de llevarlos a efecto.

Está claro que “El ego de los tontos” es puro entretenimiento. Literatura sin pretensiones pero no banal. Una novela que solo busca distracción pero que, a su vez, nos ofrece algo realmente digno e interesante y eso Martínez Guzmán lo ha conseguido del todo, porque el relato es muy ameno. El final corrobora lo que desde un principio pensábamos. Puro pasatiempo para pasar un buen rato, nada más… y nada menos.

Su primera novela ya alcanzó primeros puestos en varios países y “La suerte de los idiotas” primera de Lucas Acevedo publicada en 2019, se convirtió en la novela más descargada de la historia de Ámazon en España. Ese es un dato importante e incuestionable. Ahí está y no se puede negar. Leer a Roberto M. Guzmán es darse un respiro. Conseguir un buen rato de relax. Nunca defrauda.


EL EGO DE LOS TONTOS.
Autor: Roberto Martínez Guzmán.
Fecha publicación: 25 junio 2024.
Editorial: Publicaciones Independientes.
Páginas: 307.
Género: Novela negra


                                         

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