“El hombre del puerto”, cuarta y última novela de Cristina Cassar Scalia publicada en nuestro país está a la altura de lo mejor de la novela negra italiana de antaño y de la actualidad.

Cristina Cassar Scalia se reivindica como una de las grandes del momento. Junto con Antonio Manzini, ambos están considerados hoy como los dos grandes representantes del “Giallo”. Desde la publicación de “Arena Negra”, primera aparición de la subcomisaria de la Policía Judicial de Catania Vanina Garrasi, Cristina Cassar Scalia ha recogido el testigo de la novelística policíaca de su país y lo ha revitalizado.

Desde el inicio de la serie la escritora ha cuidado al detalle todo lo referente a la creación del escenario y dar credibilidad a sus personajes y ahí radica la clave del éxito obtenido por la oftalmóloga catanesa. Como dijimos en la crítica de la mencionada con anterioridad “Arena Negra”, Italia y sobre todo Sicilia, tardaron muy poco en elevarla a los altares. Porque ninguna duda cabe de que a los autores se les recuerda por sus personajes y la escritora ha otorgado a Vanina cualidades suficientes para gustar, para que nos fijemos en ella y además la ha rodeado de ciertas particularidades.

 La subcomisaria es una persona atormentada por el asesinato de su padre, en su presencia, cuando era muy joven, casi una niña. La particular guerra oculta para arrestar a los cuatro sicarios ejecutores vuelve ahora con más fuerza, tres de ellos ya han sido encarcelados. Esto no es algo que comienza y termina, siempre está ahí.

El pasado que por etapas duerme, despierta ahora. Su estado anímico es muy complejo. Alterado, pero controlado; sin embargo no puede evitar algún momento de desequilibrio, en el que tiene mucho que ver la relación con el fiscal antimafia Paolo Malfitano. Difícil de llevar por el trabajo y por seguridad. Tanto él, como ahora Vanina, están amenazados de muerte por la Mafia, algo habitual que les sucede a todos los fiscales Antimafia de Palermo a Catania.

La subcomisaria se ha cruzado en el camino de alguien que vivía muy tranquilo y que según Paolo se trata de Salvattore Fratta uno de los asesinos de su padre y único que todavía sigue libre de los cuatro sicarios causantes de su muerte. Vanina y Paolo saben que la amenaza, latente, no desaparece y el miedo a un atentado en el momento más inesperado y que puede suceder en un instante, obliga a determinados comportamientos, porque la Mafia es traidora y mezquina, sucia, y ejerce violencia directa pero también vicaria, sabedora de que ésta, es tan efectiva como la primera y produce miedo e indefensión.

Vanina es intuitiva y decidida pero sobre todo con una enorme fuerza para afrontar situaciones delicadas y peligrosas, con un buen equipo al que sabe hacer partícipe de sus decisiones. En “El hombre del puerto” Cristina Cassar se detiene más que en las anteriores en el análisis del resto de integrantes.

Les presta más atención, aumentando así la parte humana y emocional de la serie. Con sus actuaciones Vanina se ha ganado la confianza y el respeto de sus superiores, de la Policía Científica y de la Fiscalía. El personaje ha evolucionado. Sus primeros años en un trabajo peligroso y exigente y sus relaciones, le han hecho madurar, aunque a la vista de su comportamiento con sus escoltas, parece que no tanto.

De qué trata “El hombre del puerto” de Cristina Cassar Scalia.

El profesor de filosofía en un instituto de Catania Enzo La Barbera aparece asesinado en un pub situado dentro de una gruta por la que discurren tranquilas las aguas del río Amenano. Considerado por todos, incluidos sus alumnos, como una buena persona, el profesor tenía una única preocupación, que los chicos no cayesen en el submundo de las drogas. Las primeras pistas parecen encajar con La Mafia y la distribución de estupefacientes.

Pero las cosas no parecen encajar con ese patrón, el caso se complica y las cosas van demasiado lentas. Tras los primeros días, la investigación se encalla. Pero no tarda el caso en abrirse a otras posibilidades. La base de datos se amplía y nuevas personas se incorporan a la investigación. El seguimiento que se da a ésta es metódico y exhaustivo y sorprende por su profesionalidad. Imaginativa Cristina Cassar Scalia sorprende con un final rápido e inesperado.

Tras la novena publicada en Italia de la subcomisaria Giovanna Garrasi, Cristina Cassar acaba de anunciar el lanzamiento de la primera novela en su país, protagonizada por un nuevo personaje el comisario Scipione Macchiavelli.

 “El hombre del puerto”, aunque esté impregnada del carácter “cosi allegre” siciliano, es una novela más seria que las anteriores. La escritora transmite de una manera entre directa y velada la preocupación de un sistema de complicada gobernanza, que intenta luchar con fuerza y valentía para eliminar la corrupción, inculcar el respeto a la ley y rebajar los índices de delincuencia cada vez más altos.

La presencia de La Mafia en esa región está fuertemente arraigada y es ya tan natural que sus habitantes parecen convivir con ella en una falsa armonía, en una connivencia obligada. Todos callan, tienen miedo y prácticamente no hay una familia que, directa o indirectamente no tenga un familiar o amigo involucrado en algún negocio relacionado con ella.  Se conoce su existencia y se tolera como un mal menor y así el crimen organizado se pasea entre Catania y Palermo con absoluta impunidad, o casi.

En más de una ocasión me he preguntado qué relación existe entre el protagonista y su creador. ¿Dependencia? Pero ¿Quién de quién? Porque cuando se crea un buen personaje es difícil desprenderse de él, sencillamente “porque Él no quiere”.

EL HOMBRE DEL PUERTO
Autor: Cristina Cassar Scalia.
Fecha de publicación: 14 abril 2025.
Editorial: Duomo Ediciones.
Páginas: 356.
Título original: L’uomo del porto.
Traducción: Montse Triviño.
Género: Novela Negra.