“La filtración del sicario” es un híbrido, porque el relato puede encuadrarse tanto dentro del género de investigación criminal, léase novela denuncia, como en el del thriller puro y duro.
En ambos casos, en mi opinión cumple con creces. H. de Mendoza une ambos con extraordinaria habilidad, obteniendo un buen resultado. Y para dotar a esa mezcolanza de cierta credibilidad, hacerla entretenida y que guste, el autor la viste con ropajes dalinianos y le aplica una pátina surrealista en la parte exclusivamente referida a la acción. Un aire tragicómico, entre ironía y parodia, además de muchos guiños, el último el más desconcertante, planea y envuelve la narración.
Exposición desenfadada. Clara y directa. El autor es capaz de sorprenderte y dejarte perplejo en un parpadeo. El relato tiene dos partes diferenciadas. Por un lado el periodismo de investigación, criminal en este caso, que realiza HeroLeaks, serio comprometido y muy peligroso y por otra, como un espejo cóncavo que devuelve una imagen deformada de la realidad y en términos eufemísticos, un western del siglo XXI.
En la novelística de H. de Mendoza subyace siempre el compromiso en forma de crítica social. El escritor lo suaviza con un acusado y particular sentido del humor y una escritura suelta alegre y desinhibida. El crimen, cada vez más y mejor organizado con el apoyo de las nuevas tecnologías, se halla detrás de las grandes lacras de la humanidad, la trata de personas, la selección genética manipulada, el tráfico de drogas y un etcétera cada vez más amplio, gracias a la connivencia y permisividad de gobiernos corruptos que permiten la mala praxis en sus instituciones y consienten la vulneración de leyes y protocolos de actuación.
¿De qué trata “La filtración del sicario” de H. de Mendoza?
Al Centro de Operaciones de HeroLeaks, organización que defiende causas globales denunciando las diferentes prácticas criminales a nivel mundial, llegan una serie de correos electrónicos. La filtración recibida, porque de eso se trata, viene firmada por S.K. y parece ser la confesión de un sicario, un asesino profesional para la eliminación de objetivos, mediante el asesinato selectivo, de aquellos que impiden o perjudican seriamente la viabilidad y consecución de fines criminales.
Los correos especifican al detalle cómo han sido llevadas a efecto las operaciones de supresión y eliminación de elementos discordantes y los métodos, no exentos de sofisticación, utilizados. Fechas, contactos, seguimientos y ejecución. La filtración pone en grave peligro a sus responsables directos y ejecutores, pero también a los integrantes del grupo. Lo que la Organización tiene ante sus ojos es una bomba que les puede explotar en la cara.
Urge confirmar la autenticidad de la documentación recibida, contrastar que hay de cierto en todo ello y que información trasladar a la opinión pública, pero sobre todo evaluar el grado de peligrosidad al que se exponen. El daño que puede causar a los responsables de los asesinatos es incuantificable, su respuesta imprevisible. Como es lógico los problemas no tardan en aparecer, HeroLeaks debe hacer frente a ellos, pero son de muy difícil solución.
H. de Mendoza da un giro de 180º e introduce en la narración la parte de ficción, y lo hace con tal fuerza que nos hace olvidar lo que parecía el propósito inicial para dar así comienzo a un thriller de acción vertiginosa y con un suspense que quita el sueño. La Organización sabe que se enfrenta a gente sin escrúpulos, con todos los medios a su alcance y el poder y los contactos suficientes para llevar a efecto sus planes. Su posicionamiento les da credibilidad e inmunidad. Cuando el problema es El Mal en sí mismo y proviene de lo más alto frenarlo se convierte en una ecuación irresoluble, porque el que sobra eres tú.
La novela tiene secuencias duras, pero encajan bien en el relato, porque desgraciadamente el mal existe, pero si es cierto que hay un exceso de brutalidad gratuita y evitable. Los integrantes de HeroLeaks pasan sin enterarse de una situación crítica a una de “sin salida”. H. de Mendoza mantiene bien el pulso a la situación. La historia tiene fuerza y aunque en algunos momentos se apodera del relato cierto convencionalismo, no le resta un ápice de interés. Cuando parece que la violencia va a continuar siendo la gran protagonista, la acción vuelve a trasladarse a los despachos y la trama retoma su tono más serio; lo anterior queda como una tormenta con profusión de aparato eléctrico.
La intriga y el fuerte suspense que “La filtración del sicario” ha ido poco a poco aumentando, alcanza su culmen en el último tercio y la narración, aunque complicada, pero que en ningún momento confunde, debe de seguirse con atención. Hay demasiados involucrados por ambas partes y la lucha tecnológica para los seguimientos y consecución de datos se convierte en extremadamente emocionante, ante la incertidumbre de un final, que visto lo acaecido hasta ahora, puede ser cualquiera.
Un encriptado epílogo, enigmático y difuso y que termina en un no menos misterioso guiño, pone fin a un relato en el que el thriller de acción y la parte que la novela tiene de denuncia, se alternan de manera inteligente para confluir ambas en una obra curiosa, interesante y muy amena.
En la publicidad de alguna de las novelas de H. de Mendoza alguien le ha calificado como el heredero de Don Winslow. ¿O es al revés?
LA FILTRACIÓN DEL SICARIO.
Autor: H. de Mendoza.
Fecha de publicación: 14 diciembre 2017. 2º Edición: 5 diciembre 2021.
Editorial: Publicaciones Independientes.
Género: Thriller.
Páginas: 295.
Género: Novela negra