“La Sangre Naranja” es el nuevo thriller policial de Gerardo Zarzo Escribano, que llega justo un año después de “El murmullo del árbol”.
Prácticamente es continuación de ésta en el tiempo. La acción sucede unos meses más tarde. Nos encontramos, por tanto, en su segunda aparición, a los mismos protagonistas; Del Olmo, Saavedra y el resto del equipo con el comisario Alamillos al mando, que se come todos los marrones, pero que puede con ello y con todo lo que le echen, lo que ya es una garantía en cuanto a las formas, porque dejaron un buen recuerdo.
Los buenos resultados obtenidos en el caso anterior, han propiciado una serie de ascensos, pero el equipo se mantiene igual de unido y con cierto aire de familiaridad. Se conocen bien y existe confianza total entre ellos. Solamente la, ahora, inspectora Olga Saavedra, callada, resolutiva y algo misteriosa, a la que nada se le pone por delante, ha dejado el equipo al haber pasado de “Homicidios” a “Fugitivos”.
¿De qué trata «La sangre naranja»?
Hace catorce años, la joven María Ostende fue violada y asesinada a las afueras de Avilés. El crimen quedó sin resolver. Del Olmo y su equipo son requeridos para reabrir la investigación sobre ese “caso frío”. El comisario Alamillos está de buen humor. En realidad lo está siempre. No hay situación, por difícil que ésta sea, que no sepa afrontar con humor e ironía. En esto es un maestro y por eso y algo más, es respetado. El grupo, al que a petición de Del Olmo enseguida se incorpora Saavedra, se traslada a Oviedo para la primera toma de contacto y posteriormente a Avilés.
Zarzo Escribano mantiene su escritura amena y desenfadada, con un afilado sentido del humor. Porque ésta es la característica de la narrativa de Zarzo, creación de personajes y escritura. Abundancia de diálogos. Peligrosísimos éstos. O se sabe o no se sabe y los diálogos ponen boca arriba, al descubierto, esta cuestión. Unos diálogos flojos destrozan la mejor de las intenciones. Zarzo une a las cualidades mencionadas unos diálogos inteligentes y un argumento interesante y esa conjunción cumple su objetivo porque “La Sangre Naranja” gusta. La narración es cercana y coloquial. Transmite bien el ambiente en el que el equipo se mueve y la atmósfera que se respira y en la que se desenvuelve.
Zarzo se afianza como alguien que escribe bien y que tiene facilidad, que es un don, para conectar rápido con el lector por medio de sus personajes. Son ellos los que propician el acercamiento facilitando la inmersión en la lectura. En “La Sangre Naranja” aún siendo Del Olmo el principal, no hay un personaje clave; todos importan. Como es lógico, el protagonismo se reparte en mayor o menor medida, pero es el triplete, Olga/ Del Olmo/ resto del equipo, quien realmente tiene importancia; un grupo muy compactado al que se une un cuarto de excepción, Manuel Alamillos.
La novela, seria en todos los sentidos, tiene la servidumbre de los procedimientos judiciales y policiales y la burocracia que éstos llevan consigo, adquiriendo un protagonismo evidente, pero excesivo y ese el único “pero” que se le puede poner a “La Sangre Naranja”. Quizás al estar basada, como se menciona en la publicidad de la obra, en hechos reales le ha condicionado.
Porque la historia es la que es y no se puede cambiar. Aún admitiendo que el escritor se haya permitido ciertas licencias obligadas y necesarias para adaptar hechos históricos a una narración novelada, cosa lógica y por otra parte habitual; desde el momento en que se afronta algo así, se está sujeto a unos condicionantes que existen y exigen, por la fidelidad debida a los hechos y esos condicionantes, en ocasiones, han actuado a la inversa produciendo, aunque puntualmente, en la narración un efecto pesante en su desarrollo.
El interés inicial y el suspense que la novela alcanza se diluye un tanto, entre solicitudes, pruebas, autorizaciones judiciales y entradas y salidas de despacho. En mi opinión un excesivo tratamiento procedimental; aunque no se puede negar al autor que todo ello se haya expuesto y detallado con brillantez. El grupo realiza una minuciosa investigación, muy trabajada, pero su labor no da resultados.
Al equipo le cuesta encontrar algo, una pista, un hilo del que tirar. La última, hasta el momento, aportación del escritor al género tiene un buen inicio, con una exposición fácil y atrayente, un desarrollo con algún altibajo y un final muy bien conseguido, al que Zarzo nos ha llevado intrigados, por el suspense que en ésta última parte alcanza la narración. Como su predecesora “El murmullo del árbol”, entretiene, que no es poco y lo hace con acierto y muy buenas maneras.
LA SANGRE NARANJA.
Autor: G. Zarzo Escribano.
Editorial: Independiente.
Páginas: 275.
Fecha publicación: 5 mayo 2024.
Género: Novela negra
Muchísimas gracias por la reseña. A pesar de la crítica, es genial. Me sirve para mejorar.
Saludos