“Los muertos también gritan” primera novela de David Lema, es, aparte de una admirable narración, un thriller épico por el tema tratado.
Subyace en todo él, un testimonio de una época, un documento desgarrador desde que el contrabando de tabaco fue sustituido por la cocaína y la heroína, desde Costa da Morte a ría de Arousa, a comienzos de la década de los ochenta. Su consumo, hasta infectar prácticamente toda Galicia, se fue extendiendo silenciosamente, como “la Borraxeira”, esa niebla densa que penetra desde el mar, “un fuscallo” que arropa las rías, y su adicción causó estragos hasta mediados de los noventa en la población más joven mientras la sociedad miraba impotente el inmenso daño que la droga causaba en las familias.
Sin apenas recursos y los apoyos puntuales solo para operaciones especiales, las escasas fuerzas policiales de las localidades costeras hacen lo que pueden sabiendo que están jugándose la vida. Los narcos se mueven a sus anchas sintiéndose inmunes y haciéndose cada vez más fuertes. La compra de voluntades es su mejor salvaguarda.
¿De qué trata «Los muertos también gritan»?
Cuando la sargento Carla Traba llega a Fisterra para sustituir al hasta ahora responsable del puesto Santiago Insúa fallecido en accidente, se encuentra con la muerte de un yonqui. Sin embargo no se abre ninguna investigación sobre la causa final de este fallecimiento. Carla, joven y soltera, que vive con su padre, que regenta un kiosko en la plaza del pueblo, no tarda nada en darse cuenta de que la droga campa libremente por la localidad.
Desde hace siete años está abierta la Operación Arnela y, sin embargo, los resultados son nulos. Los efectivos de los que dispone son tan escasos como los resultados. El puesto de Fisterra solo cuenta con el cabo Ramón Trillo, con muchos años de servicio y dos jóvenes agentes, chicas ambas, Soares y Alvariñas. Carla comienza a tomar el pulso de la situación, pero cuando las dudas y posteriormente la desconfianza hacen acto de presencia, las cosas cambian y van enturbiándose. Miedo y silencios hacen pensar a la recién incorporada sargento que además del tráfico, algo más oscuro está impidiendo que las investigaciones tomen caminos que conduzcan algún sitio.
Inicio prometedor y posterior desarrollo acorde con él. Si la exposición es buena, toda la parte final es mejor, porque David Lema ha sabido plantear los problemas fácilmente, pero con crudo realismo. El tratamiento de las situaciones y los personajes es admirable por su sencillez. Plasma ambientes y caracteres de manera normal. Los personajes se nos hacen comunes y los escenarios habituales.
Sin saber en quien puede confiar, Carla se encuentra en una situación de las que pueden saltar por los aires y explotarte en la cara arrancándote hasta las fuerzas para sobrevivir. Allá donde lo personal y lo profesional se unen haciéndose inseparables, allá donde comienzan las sospechas y más allá de lo que está bien o no lo está, las cosas van cambiando a voluntad, pero no propia, y la confianza va disminuyendo hasta infravalorarte y sintiéndote incapaz de afrontar situaciones difíciles. Los muertos también gritan va a más y alcanza su culmen en un formidable y tremendo final.
En la década de los ochenta la costa gallega se convirtió en la entrada de la droga para toda Europa. El daño que su consumo causó fue brutal en la población más joven, no preparada y sin conocimiento de los perjuicios que ocasionaba su uso. Fueron personas como el joven juez Baltasar Garzón, el fiscal Javier Zaragoza, el periodista Felipe Teijeiro y Carmen Avendaño, ésta última portavoz de las Madres que alzaron su voz contra los narcos, las que consiguieron, en una lucha en la que no faltaron las amenazas de muerte, terminar con los diferentes clanes de los “señores de la droga” y cesar su importación del cártel de Bogotá.
Novela negra amena, valiente y agradable de leer.
Reseña: Los muertos también gritan
Autor: David Lema.
Editorial: ESPASA.
Fecha de publicación: 29 marzo 2023.
Páginas: 239.
Género: Novela Negra
ISBN: 9788467069884
