Relegada al turno de noche tras ser desestimada una denuncia por acoso contra su superior inmediato y sin ningún apoyo por parte de sus compañeros, la detective Renée Ballard, se ve inmersa en dos casos la misma noche: un asesinato múltiple en un local de ocio y la paliza casi mortal a un transexual. Pese a la obligación de tener que pasarlos a los detectives del turno de día, ella decide seguir investigando por su cuenta.
La detective Ballard es el nuevo y último personaje creado por Connelly. Nos cae simpático pero su personificación, sin embargo, no llena. Si lo hace la trama, ágil y entretenida. Los fieles seguidores de Connelly encontrarán en «Sesión Nocturna» una buena novela.
En líneas generales no defrauda. Con una narrativa fluida y bien contada, plantea toda su trama con un interés progresivo, hasta desembocar en un final perfectamente resuelto.
R. Ballard ha sido presentada por la crítica como una fuera de serie, especial, lista, implacable, reflexiva y como el mismo autor dice: feroz y determinada. Sin embargo, su creación no nos llega a encantar. No aporta nada nuevo al género. Se la quiere presentar como una heroína, pero no transmite lo que el autor pretende. La trama se apodera de ella. Su compañero Jenkins también responde a los mismos patrones. Desdibujado la mayor parte del tiempo, aparece como simple acompañante, como si fuera un relleno que tiene que estar ahí. Por el contrario, su jefe y acosador, el teniente Olivas, a pesar de no ser uno de los personajes principales, cuenta con unos estados de ánimo perfectamente definidos. Se mueve entre el afecto y respeto que siente como policía por su subordinada, a quien considera un gran valor para el Cuerpo, y el hecho reprobable del que salió airoso por los pelos.
Autor: Michael Connelly (Philadelphia, 1956)
Titulo original : The late show
Primera edición: 2018
Por Mr. Tom