“Tinta y Fuego” es la última aportación de Benito Olmo a un género que une una parte histórica, en este caso exhaustivamente documentada, con otra de ficción negra, en la que el autor con base en la anterior, fabula con hechos del pasado cubriendo lo desconocido con su imaginación en varias ocasiones desbordante.
Ahí queda lo relativo a Sebastian Finsterwalder, Juan Manuel Fernández y la librería gaditana Manuel de Falla. Olmo se aleja de lo escrito hasta ahora para interesarse por un tema con historia y misterio a partes iguales.
¿De qué trata «Tinta y Fuego», de Benito Olmo?
En 1943 la Biblioteca de la Comunidad Judía de Roma fue cargada en un tren con destino Berlín. Nunca llegó a su destino o quizás a su llegada tuvo un camino diferente pero el caso es que desapareció.
Todavía hoy nada se sabe de ella. La comunidad hebrea, que no cree que un tesoro de esas características fuese destruido sigue buscándola en la actualidad. Ya en 2015 inició una investigación de la que tampoco hay resultado alguno. Los casi 7000 libros de que constaba tenían un valor incalculable.
Entre ellos doce incunables, varias ediciones príncipe y diversas obras de judíos sefardíes, expulsados de España. Después de una larga, interesante y docta introducción en la que Olmo habla sobre la confiscación nazi de obras de arte, el autor comienza la trama. Greta, experta bibliófila y recuperadora de libros es requerida por Fritz Briones y su madre, ya muy mayor, Josephine para que recupere o al menos intente descubrir el actual paradero de la biblioteca de su familia expoliada por el gobierno alemán.
Greta, que hoy está seriamente cuestionada en su trabajo debido a la desaparición de una primera edición de una obra de Borges, acepta no muy convencida el encargo y para ello se traslada de inmediato a Berlín. Allí contacta con un joven estudioso de los libros, Oleg, que entusiasmado por algo que llevaba tiempo investigando por su cuenta, no duda en sumarse a la búsqueda.
De esta manera se ponen a ello, sin saber ni muy bien ni muy mal donde se meten. Pronto comienzan a presentir el peligro. Se sienten observados y perseguidos, mientras una serie de sucesos extraños se van sucediendo. Alguien está asesinando libreros, coleccionistas y bibliófilos.
Novela con mucho que enseñar y poco que decir, porque si bien la exposición y desarrollo de la expropiación por la fuerza, de todo tipo de obras de arte o consideradas valiosas es excelente y ha requerido una ardua y larga investigación por parte del escritor, la trama criminal se sustenta sobre una búsqueda más, con los consabidos viajes, corriendo de un lugar a otro. En este sentido la novela es una más.
Entretenida y amena, sin más, a la que en gran parte salva su escritura. Cumplida la denuncia/documento del expolio, el mayor crimen cultural realizado en la historia, Olmo se abandona a un thriller que sólo interesa en su último tercio. Sin embargo, aporta dos cosas importantes, los personajes y el final.
Los personajes
El de Greta está muy bien creado. Hay algo extraño y raro en ella, de lo que Olmo nos va dejando señales a retazos. Sus desplantes y contestaciones a Oleg no tienen explicación. No es la heroína habitual, sino una inconsciente, desconfiada, inmadura y muy poco afectiva, pero sin embargo cae muy bien.
El carácter de Oleg, por el contrario, está tratado de manera diferente. No a partir de él mismo, como Greta, sino a partir de las actitudes de los demás hacia él. En un principio es una persona apocada y sin resolución para pasar a un después, que es entendible solo teniendo en cuenta la pasión desmedida que siente por los libros o quizás pueda existir algún otro motivo que desconocemos. Los de Josephine, Fritz Briones, un enigmático Chencho y un misterioso Sarasola, les acompañan en perfección.
El final
Espléndido. Como pocos o ninguno. ¡Explica tantas cosas sin palabras…..tantas! Un final que vale toda la novela.
Benito Olmo sabe que escribe bien. Lo suficientemente bien para atraer y para gustar. Pero en mi opinión hay un fuerte potencial en su escritura no aprovechado, será porque no quiere, o porque lo quiere así. Vamos, que puede exigirse más en la seguridad de que mente y pluma responderán. Hay pruebas de ello en diferentes pasajes y sobre todo en ese soberbio final, que podría no haber sido así, si no hubiese estado narrado con brillantez, gusto y una escritura más que correcta.
Reseña de: «TINTA Y FUEGO».
Autor: Benito Olmo.
Fecha publicación: 14 febrero 2024.
Editorial: NdeNovela.
Páginas: 458.
Género: Novela negra