“El camino del fuego”, el nuevo libro de María Oruña, tiene retazos del intimismo de “Un lugar a donde ir”, del costumbrismo de “El bosque de los cuatro vientos” y esbozos de misterio con el que nos atrapó en “Donde fuimos invencibles”.
En esta ocasión la autora nos traslada a las impresionantes Highlands escocesas adonde se dirigen Valentina y Oliver de vacaciones, y, de paso, visitar a Arthur Gordon. A pesar de estar, como sus anteriores obras, envuelta entre ropajes de misterio y de novela negra, ésta tiene además ingredientes románticos.
Oruña es una escritora que desde su primera novela, “Puerto Escondido”, ha ido creciendo. En “El camino del fuego” ha preferido recorrer otros caminos y ha profundizado más en las relaciones personales.
¿De qué trata El camino del fuego?
Arthur, el padre de Oliver, ha comprado el antiguo castillo de Huntly que en el siglo XVII había pertenecido a los Gordon. Durante una visita, acompañado de un arquitecto amigo para hablar sobre su reconstrucción, encuentran una habitación secreta que encierra una serie de libros entre los que creen encontrar las Memorias perdidas de George Byron.
Estos escritos habían sido presumiblemente quemados en una tempestuosa reunión en la que Thomas Moore, amigo de Byron y a quien el poeta se los había entregado para que se publicasen a su muerte, los arrojó a las llamas. Como es de suponer, el descubrimiento les parece extraordinario, pero esa misma noche se produce un incendio. Al día siguiente, se descubre un cadáver dentro de la habitación secreta del castillo. La policía escocesa comienza una investigación a la que Valentina y Oliver no son ajenos.
El camino del fuego se desdobla y Oruña se remonta a 1836, año en el que Mary Macleod una joven de buena familia y Jules Berlioz se conocen. El encuentro se produjo en una librería en la que Jules trabajaba como empleado y en la que Mary entraba por primera vez acompañando a su madre. Los jóvenes, amantes de la literatura ambos, comienzan una relación. Oruña comienza en este punto una historia paralela que suscita pronto nuestro interés.
El gran mérito de «El camino del fuego»
Dos relatos, dos épocas, dos escrituras y dos narrativas. El mérito de la novela radica en contar dos historias de muy diferente manera cada una. Porque Oruña, cuando se refiere a los hechos que transcurren en 1836 se impregna de la escritura de la época, del mejor espíritu de Jane Austen y las hermanas Emily y Charlotte Bronté.
Su manera de narrar es acorde a la escritura de las tres autoras. Romántica por todos sus poros, tiene el aliciente de la definición de los personajes, sobre todo el de Mary, del que María Oruña traza un perfil minucioso. Su juventud, la influencia de la cuna, su educación y los cambios que se van produciendo en ella a medida que su relación con Jules avanza. Cómo van influyendo en ella el ambiente en el que se mueve y sobre todo su relación con el joven. Su historia de amor y celos llega a conmovernos.
Las dos narraciones van alternándose, la referida a 1836, intimista y romántica está tan bien contada que desplaza a la principal por la inquietud y misterio que rodea el amor prohibido de ambos jóvenes. Mejor construida tiene un innegable interés, y oscurece el resto de la trama, a la que Oruña dota de numerosas referencias y detalles acerca de los hábitos, costumbres y tradiciones de los habitantes de las Tierras Altas.
Mr. Tom
EL CAMINO DEL FUEGO
Autor. María Oruña
Editorial: Ediciones Destino.
Fecha publicación: 18 mayo 2022.
Páginas: 361.
Género: Novela negra