
“El Juicio de Osiris” tiene un sugerente inicio. Una inquietante intriga plantea expectativas que despiertan curiosidad e interés.
El descubrimiento de unas vísceras humanas en el interior de unos vasos canopos abre la vía de un crimen relacionado con la egiptología, máxime cuando la persona, de momento desaparecida, era un reconocido arqueólogo. De sobras es conocida la importancia y la preocupación de la cultura egipcia por el culto a “La Muerte”, por el tránsito al “Más Allá”.
¿De qué trata “El Juicio de Osiris”, de Verónica Caballero Sánchez?
El descubrimiento, en el domicilio de Jaime, de unos órganos humanos en el interior de unos vasos egipcios hace relacionarlo con un crimen.
Tanto Julia y Mauro encargados del caso como Óliver, responsable de Científica, coinciden. La investigación se abre a muchos implicados ya que la persona cuyo cuerpo, hasta el momento sin aparecer, era muy conocida en el ámbito de la arqueología. Siendo ésta la trama principal, quizás por los estudios de la escritora, Verónica introduce el tema de las relaciones personales, siempre bien recibidos, si están bien tratados.
La relación de compañeros entre Mauro y Julia, y la de ésta con Álvaro, su marido. Y este es el guión en el que se basa y sobre el que se desarrolla una narración en mi opinión cualitativamente muy superior a lo escrito hasta el momento por V.Caballero S. que no abandona su estilo literario ni su pasión por temáticas antiguas.
Pero si hasta el nudo el relato está bien llevado, es a partir de ahí cuando Verónica le da un fuerte impulso con la inclusión de nuevos implicados y hechos anteriores desconocidos, como el mercado ilegal de obras de arte, que amplían los móviles del crimen. Con el cuerpo de Jaime sin aparecer, sólo sus vísceras fueron encontradas en el interior de los vasos, y la consecución de nuevos datos la trama se enreda y complica para todos, pero no para el lector, que puede seguir todo, con atención, sin perder el hilo de un relato intrigante y creado con inteligencia.
Los personajes principales sobre los que pivota la acción están bien tratados sobre todo el de Julia. Es ésta una persona difícil por cuanto está pasando por un mal momento. Algo neurótica se siente insegura y un incipiente desequilibrio mental se va apoderando de ella. Surgen así los celos, dominada por ellos, parece que no se quiere a sí misma.
Su situación personal y la desaparición de Martina ocurrida con anterioridad a los hechos actuales y por la que una persona, a su modo de ver, inocente, se encuentra en la cárcel, la tiene alterada. El caso de Martina sin resolver se suma al de Jaime. Celos, siempre venenosos no le dejan pensar con claridad, y malentendidos, que le crean dudas e incertidumbres, le alteran la realidad llegándose a obsesionar. Julia queda a merced de sus neuras, que apoderándose de su mente y de su voluntad la manejan a su antojo. No hay palabras, ella sólo ve lo que quiere ver, la realidad deformada.
Se acabó el diálogo, ninguna razón vale, la ruptura del matrimonio es total. Imposible de recomponer esa fractura, porque la confianza ha desaparecido y el sufrimiento se hace insoportable. Los dos casos y su relación personal terminan por desestabilizarla emocionalmente. Pero Julia es una persona dura y las mismas dificultades le hacen aguantar.
Además tiene ayudas, la principal, su compañero Mauro que a pesar de que ella no le aguanta sus bromas, él si sabe manejar su irascibilidad. Esta situación entre ellos está muy bien expuesta. Verónica se mueve bien cuando toca estos temas y lo hace con diálogos brillantes, como los que mantiene con Mauro. La situación de Julia no se puede contar mejor.
Pero Verónica no ha incurrido en el melodrama fácil en «El juicio de Osiris». La situación está contada con verosimilitud y cierta gracia aportada por el compañero de Julia que la aprecia de verdad y quiere ayudarla. Verónica ha conjuntado con elegancia y credibilidad la investigación criminal, principio y fin de la novela, y las relaciones personales, algo secundario y breve, pero con impacto. La autoría del asesinato va saltando de uno a otro por nuestra mente.
Parece como si Verónica Caballero jugase con nosotros. Cuando las pistas seguidas tienen puntos de conexión y Julia y Mauro consiguen unirlos, los acontecimientos, ya en su recta final, se precipitan en una sucesión de sorpresas que mantienen alto el suspense; pero no hay nada rebuscado, todo es normal, consecuencia de la condición humana y de las dos motivaciones principales que mueven a las personas, el dinero y el odio. Interesante la última aportación de Verónica Caballero Sánchez a la novela negra, con un notable tratamiento de personajes.
EL JUICIO DE OSIRIS.
Autor: Verónica Caballero Sánchez.
Fecha de publicación: 8 febrero 2025.
Editorial: Publicaciones Independientes.
Páginas: 285.
Género: Novela negra.