“El Puente” es una novela bestial. Pero bestial en todos los sentidos.
De uno de esos sentidos hablaré más adelante. Irreverente con la escritura, con sus personajes e incluso con el mismo, Angel Osuna ha escrito una inteligente novela negra, un thriller policial de altura en la que destacan, aparte de la brutalidad de algunas escenas, las dos cualidades imprescindibles que debe de tener un libro. Que esté bien escrito y la credibilidad de sus personajes. Acordes a sus características, responden siempre bien a su edad y cargo.
La novela tiene un atractivo comienzo y disfruta de unos diálogos correctos, algunos, excelentes, como los que mantienen en todo momento Salma y Manu. Personajes perdidos, con una relación vecinal muy “sui géneris”, especial. Jóvenes los dos, apenas treinta, Manu es autodestructivo desde una situación que arrastra sin poder dominar ni olvidar. Enemistado con la vida, hasta que encuentra, en una vecina muy singular, una razón para continuar, porque Salma y él son almas gemelas. Los diálogos entre ellos son tan brillantes como inteligentes y eso marca una diferencia tan clara como leer o no leer.
Ambos son personajes que admiten continuidad sin perjuicio de desgaste. Osuna, que no ha podido empezar mejor, tensiona las cosas hasta colocar a todos sus personajes en situación límite, en especial a un genial Odraizola y a la protagonista principal, Salvadora Rossi. De lengua suelta y malhablada la inspectora Rossi es temperamental, y con algo de malgenio, insatisfecha con su entorno en general y con ella misma.
La manera de narrar va paralela al relato pero no coincide con él, porque la narración es seria pero la escritura alegre viva y libre, concediéndose licencias, en su inicio, que no le sientan bien con algunas situaciones que se acercan a lo inverosímil en un contexto creado dentro de un relato serio y convincente.
De qué trata “El Puente” de Ángel G. Osuna”.
Colgado por el cuello en el puente de La Constitución de 1812 que cruza la bahía de Cádiz, aparece el cuerpo de la joven Ada Sofía, hija de una de las personas más poderosas e influyentes del país. Muy poco después otra chica de edad similar aparece mutilada en el chalet donde ambas convivían. La muerte de las dos jóvenes, por brutal e inusual, provoca una reacción sin precedentes en la sociedad gaditana, la policía, sus mandos y todos los medios de difusión, disparando la tensión y la necesidad inmediata de encontrar a los responsables. La inspectora Salvadora Rossi es puesta al mando de la investigación.
Firme y seguro en su planteamiento inicial expuesto de manera notable, el escritor, convencido de lo que escribe, se deja llevar por la euforia y deja que ésta tome su pluma y escriba por él. Como en una lucha entre ambos, el autor retoma el ritmo y la seriedad del relato, elevando el suspense y la tensión a su grado máximo sin que éstas le abandonen hasta el final.
Tensionada la narración al máximo, la novela tiene el poder de impactar porque un hecho brutal pone a la inspectora Rossi en estado de frustración. Impotente ante la magnitud de la situación que ha alterado sobremanera a los estamentos superiores, cae en un estado de autocompasión amargura y desconfianza que le produce un profundo cansancio.
El autor realiza un excelente y continuado psicoanálisis del personaje. La trama cambia por el espectro de posibilidades y alternativas que plantea y se presenta sombría y oscura. Esto crea una sintonía especial con los tres personajes principales, Salvadora, Manu y Salma.
Pero Osuna en un momento determinado cambia la pluma de mano y la novela toma una deriva brutal, pero brutal en exceso. Ya no hay concesiones a licencias. Toda la novela se convierte en una narración seria y dura. A partir de ahí es otro Osuna el que escribe. Hay secuencias tan escabrosas que casi dan ganas de cerrar el libro o apagar el e-book de forma definitiva.
Demasiado salvaje y animal. ¿Disculpable por la trama?, habrá quien piense que sí, pero no hasta ese grado. Quien lea “negro” ya conoce lo que es la dark web. Espacio donde se encuentra lo más abyecto e inimaginable. No hace falta bajarse al barro.
En el fondo “El Puente” plantea el tema de la lucha constante entre las fuerzas del orden y las organizaciones criminales, cada vez más poderosas y con los medios que las nuevas tecnologías han puesto a su alcance. El Mal, omnipresente y casi omnipotente, no descansa nunca. ¿Falla el sistema? ¿Cuenta éste con los medios suficientes para hacerle frente? ¿O es el mismo sistema el que se coarta a sí mismo, frenando sus facultades, perdiéndose en interpretaciones y las posibilidades que las leyes otorgan? Si el Mal se conoce, ¿por qué, entonces, no se erradica? ¿Qué es lo que falla?
El último tercio se lee sin interrupción, no hay otra manera; tal es el interés que el autor ha conseguido inyectarnos.
En alguna ocasión he comentado que ésta es una opinión particular que puede ser, por tanto, no coincidente con cualquier otra y con la que, por supuesto, se puede estar en desacuerdo.
EL PUENTE.
Autor: Angel G. Osuna.
Editorial: Ediciones B.
Fecha publicación: 12 septiembre 2024.
Género: Thriller policial.
Páginas: 380.