“La grieta del silencio” es una novela que, aún con buenas intenciones, ha caído en el melodrama fácil, pretendiendo ser ambiciosa.
Javier Castillo busca el impacto fácil, crea situaciones límite y las tensa al máximo, una y otra vez, hasta que se rompen con resultados muy dispares porque las más de las veces funciona a la inversa; su resolución es convencional, vulgar, no convence.
Más que poco creíble, es inverosímil y a pesar de que sea una novela, no todo vale. Las continuas analepsis durante el inicio no favorecen el seguimiento de un relato confuso, más, cuando se está pendiente del argumento y de la presentación y conocimiento de los personajes.
“La grieta del silencio” está más en la línea de “El cuco de cristal” que en la de “El día que se perdió la cordura”, en mi opinión, excelente; para mí y con diferencia, lo mejor que ha escrito Castillo. A la vista de la búsqueda del impacto continuo, es muy predecible. La novela triste y angustiosa, forzadamente tensionada pierde su fuerza inicial y por rebuscado, el suspense torna artificial.
Narración con muchos altibajos, ni los intentos de crear la atmósfera adecuada, ni las inquietudes de los personajes, ni el argumento consiguen mantener el interés, que poco a poco va decayendo, dentro de un relato tan pobre como algunos de sus diálogos. El primero que mantienen Ben Miller ex agente del FBI y Jim Schmoer, maestro de periodistas, es pueril; con la formación de ambos, no se sostiene.
¿De qué trata la grieta del silencio, de Javier Castillo?
Treinta años después de la desaparición de su hijo Daniel cuando salía del colegio, su padre Ben Miller, ya jubilado, retoma las actuaciones y vuelve al lugar donde se inició todo. La desaparición actual de otro niño de la misma edad de Daniel y del mismo colegio, ponen sobre la mesa diversas coincidencias y le hacen sospechar que quien tuvo que ver entonces pueda estar ahora relacionado. Demasiadas similitudes, hasta ahora desapercibidas y puestas de manifiesto con esta nueva desaparición.
Vuelven las preguntas y el ambiente se tensa. Los periodistas Jim Schmoer y Miren Triggs siguiendo la pista de otro caso, se ven envueltos en la trama y comienzan una investigación paralela. El matrimonio de Ben se rompió desde ese día. Hundidos en la desesperanza ya no les queda más que un deseo convertido en obsesión. Conocer quién, cómo, porqué y donde se encuentra su hijo. Ben se siente culpable por haber llegado tarde a recoger al niño. La bicicleta de éste apareció abandonada camino de casa.
Tres son los personajes sobre los que descansa la acción de La grieta del silencio. Ben, Jim, encargado de recoger y recomponer los pedazos de Triggs y ésta. Porque Miren está rota a raíz del descubrimiento de una cintas en posesión de un pederasta. El artículo publicado por ella en el Manhattan Press tiene consecuencias inesperadas e indeseadas, muy graves para Triggs y su vida se convierte en una caída sin fondo.
El escritor ha dibujado y con detalle el estado anímico de la periodista y sin quererlo lo que nos deja es el de una persona desequilibrada, sin control alguno sobre su mente, de sus decisiones y de sus actos. Con constantes dudas y problemas que ella misma se crea. Castillo consigue el efecto contrario. A la sazón, el personaje creado dista mucho de conseguir empatizar con nosotros.
Comprendo el enorme trabajo que hay detrás de una novela, el esfuerzo tremendo y sobre todo la gran ilusión los días del lanzamiento y post lanzamiento, por esa razón no suelo reseñar novelas que, a mí, no han acabado de convencerme. Pero también estoy seguro de que habrá a quien gustará y posiblemente mucho. Por eso quiero recalcar lo que ya he comentado en alguna ocasión. Es sólo una opinión, la mía. En consecuencia susceptible de ser cuestionada e incluso de llegar a pensar que esté equivocado.
Aparte de respetar que el autor escriba lo que quiera, entiendo que si Javier Castillo no se deja influenciar por lo meramente, y en muchas ocasiones, la banalidad que encierra lo comercial, tiene mucho que decir. A mí me lo demostró con su primera obra, cuya reseña terminé con un rotundo “Hay quien tiene un algo más y se nota”.
Por otra parte, los casi tres millones de ejemplares vendidos y que alcanzará con este lanzamiento a nivel nacional e internacional, avalan su trayectoria. Una de sus novelas ha sido objeto de una serie en televisión y parece ser que alguna otra ya está siguiendo el mismo camino y está siendo adaptada a la pequeña pantalla. Por algo será. Está claro que su trabajo ha gustado. Todo ello es el resultado de algo bien hecho, para una inmensa mayoría.
Reseña y opinión personal de LA GRIETA DEL SILENCIO.
Autor: Javier Castillo.
Editorial: Suma.
Páginas: 309.
Fecha publicación: 16 abril 2024.
Género: Novela negra
