
“Lo que habita en los sueños” es una novela diferente por cuanto se aleja de lo anteriormente escrito por su autora, la joven Nagore Suárez, con ya, y aunque corto, un importante curriculum literario.
La escritora abandona la novela negra pura para adentrarse en una narración intimista con toques de negrura y misterio.
Como un aire cálido que serpentea entre las líneas, la mente de Nagore se desliza entre ellas envuelta en un viento que mueve a voluntad sus pensamientos entre fantasía y realidad dentro de una atmósfera de misterio y ensoñación.
La figura de una mujer vestida de blanco de zinc, se dibuja suspendida en el aire sobre el mar entre el cabrilleo de las olas. El mundo onírico se despliega amplio y envolvente. Imaginativa Nagore, en plenitud, nos envuelve en un enigmático y sugestivo relato.
De que trata “Lo que habita en los sueños” de Nagore Suárez.
La acción se desarrolla principalmente entre dos ciudades y dos épocas. Florencia 1938 y San Sebastián 1952, siendo ésta última la que sostiene el peso del relato. En la primera de ellas y en ese año, se encuentran y conocen dos chicas muy jóvenes y muy distintas, Ava y Manuela , en una residencia de señoritas con estrictas reglas de convivencia.
Su encuentro marca la existencia de las dos, pero Ava, de repente, desaparece. Ni siquiera una nota. Nada. Ya en 1952, Manuela cambia su residencia de Madrid a San Sebastián, escapando de alguna manera del autoritarismo de su hermano. Invitada a una importante fiesta en una de las mansiones de la capital donostiarra, su sorpresa es mayúscula cuando en una de sus paredes se encuentra la última creación, el último cuadro de la misteriosa Ava y su vida da un vuelco en todos los sentidos. Su interés por conocer cuál fue el motivo de su desaparición y donde se encuentra actualmente, se convierte en obsesivo.
De vez en cuando Nagore intercala sus pensamientos en cuatro o cinco frases que encierran toda una historia, algo más que un texto, diríase el alma de una soñadora, como la historia de Roger Foss, o deja volar su imaginación como Flâneur, dejando un pesimista y sugerente retrato, quizás involuntario, de una época y sus gentes.
Ava es un personaje de una tristeza infinita, abandonada de sí misma, autodestructiva, perdida de una manera inconsciente en sus pensamientos, en un mundo que no comprende y que no la acepta, como si estuviese maldita y hubiese sido condenada a vivir sin amor y ella fuese conocedora de ello.
Triste y apagada, Manuela, con muchas dudas, pero con una tremenda determinación enfrascada en la búsqueda de Ava, moviéndose entre la realidad y un mundo fantástico y desconocido, envueltos ambos en sueños de juventud en constante fricción, representado por las dos jóvenes y la sociedad de una época que vive entre el fasto, la decadencia y el engaño.
Una serie de personajes de cuento y acuarela van desfilando a lo largo de la narración. Variopintos unos, extraños otros y alguno oscuro, que en su mayoría ocultan cuestionables actuaciones de dudosos pasados. Personajes que entran y salen, como el veneciano de barba blanca que se presenta en la vida de Ava apenas unos segundos y desaparece entre la multitud evanescente.
Vacuos, simples, pero no banales porque de ellos se sirve hábilmente la escritora para dar esa sensación de ambigüedad de una sociedad vacía y abatida, que hace modelo de la apariencia y que se movía entre el hambre, el miedo y el deseo de poder. Solamente en su parte final la narración de Nagore se resiente.
Quedan lagunas sin aclarar por alguna situación de difícil comprensión por su patente irrealidad, dentro del contexto del relato tal y como hasta el momento la trama se había desarrollado. En cualquier caso “Lo que habita en los sueños” es una buena novela que se lee con interés, entre otras cosa porque está muy bien escrita y eso siempre se aprecia y gusta.
LO QUE HABITA EN LOS SUEÑOS.
Autor: Nagore Suárez.
Editorial: Ediciones Destino.
Fecha de publicación: 15 enero 2025.
Género: Ficción. Drama.
Páginas: 443.