Hoy queremos hablaros de «Diarios», de Stefan Zweig. Otra edición excelente de “Acantilado” con el nombre del gran escritor vienés en portada.
Creíamos conocer ya lo mejor de Zweig, pero hay que reconocer que este texto está salpicado de su mejor literatura y de una valiosa panorámica de la Europa del siglo XX (1ª mitad) con páginas comparables en calidad a las de “El mundo de ayer”.
UN HOMBRE DE MUNDO
Un número extenso de figuras notables de la cultura, principalmente europea, pasan por las páginas de su diario. Es normal encontrar citas como “Por la mañana me llamó Bruno Walter” o “Estuve hoy con Toscanini”. Rilke, Romain Roland, Herman Hesse, Richard Strauss, Hoffmannsthal, Freud, etc. pasan por las páginas de su diario. Zweig busca relacionarse con su entorno porque la vida social es una parte sustancial de su vida.
Sus jornadas diarias en las épocas de bonanza siempre acaban en un concierto, una cena, una fiesta, una recepción, una velada musical o una ópera. Es un notable informador de los ambientes cultos de Viena, Paris, Londres o incluso Estados Unidos, aunque allí no pasara mucho tiempo. Su vastísima producción epistolar le ocupa asimismo parte de sus rutinas.
A este respecto, El 22 de Marzo de 1914 escribe:”Despacho 30 cartas”. Eso nos dice que se cuidaba mucho de no dejar que las amistades se disolvieran en el olvido. Es, además, un intérprete del pulso de su tiempo, porque sus juicios son originales y profundos, y su visión trasciende el detalle y eleva los ejemplos a categorías.
LAS DOS GUERRAS MUNDIALES
En “Diarios”, Zweig cubre con especial amplitud los años de la Gran Guerra (1914-1918) y se explaya con tanta extensión como profundidad en los análisis políticos y en los comentarios sobre las emociones que se vivían en momentos tan graves.
Zweig se siente alemán por los cuatro costados y admira la diligencia y el entusiasmo con que Alemania aborda el conflicto bélico. Sin embargo, lamenta “la repugnante molicie que reina en Viena”, (pág. 103), Las críticas a sus paisanos austríacos son una constante, porque en su opinión Austria no estaba a la altura de las circunstancias, y asistía con despreocupación a un momento histórico que él ya vislumbraba como crucial. Su diario da cuenta de la rumorología, la desinformación y el caos que reinaba en Austria al inicio de la confrontación.
Su entusiasmo por Alemania y su pasión por la victoria final contrasta con las anotaciones que años después incluiría en su Cuaderno de la guerra (la 2ª mundial). Entretanto, habían ocurrido tantas cosas y tan terribles a raíz de la caída paulatina de la República de Weimar que Zweig pierde la rutina de sus anotaciones diarias.
Sabemos que las obras de Zweig fueron prohibidas y su patrimonio, expoliado. Triste y deprimido, omite las entradas correspondientes a la llegada de Hitler al poder y las retoma ya en 1940, con las tropas de la wehrmacht a las puertas de su querida ciudad, Paris. Sin embargo, quien desee cubrir este espacio vacío en el relato de Zweig puede recurrir al capítulo “Íncipit Hitler” incluido en su obra “El mundo de ayer”, publicada en esta misma editorial.
A partir de 1918 las notas en su diario aparecen solo en los momentos en que desconecta de la realidad alemana. Su viaje a Nueva York. Su viaje Paris – Londres, ambos en 1935. A Brasil en 1936. Luego sus notas van terminando con el “Cuaderno de la segunda guerra mundial“ donde un Zweig desconsolado abordará sus últimos días camino de Petrópolis donde morirá junto a su mujer de la manera que todos conocemos.
ALGUNAS PÁGINAS MEMORABLES
Dejando aparte las que corresponde a su vida social, llamaría la atención sobre sus notas del año 1915, cuando la Gran Guerra todavía no tiene vencedor. Uno de los episodios más interesantes es su periplo del viaje a Cracovia por ferrocarril por lugares cercanos al frente. Son anotaciones fechadas en el 14 y el 18 de Julio de 1915, tras un año de combates.
Zweig hace de ilustrado corresponsal de guerra con observaciones agudísimas y comentarios que disparan a todo lo que se mueve, ofreciéndonos un sinfín de impresiones fotográficas de una Europa que ya muestra los desastres de la guerra. Entre los muchos detalles que llaman la atención destaco el siguiente comentario: ”También aquí hay infinidad de prisioneros rusos uniformados y alegres a quienes nuestros soldados tratan como amigos y también a ellos se les ve alegres mostrando sus dientes” También comenta que prisioneros rusos hacen servicios a la comunidad, incluso hay trabajadores rusos en el hotel donde se hospeda. (Compárese con lo que ocurrió con los prisioneros rusos en la 2ª guerra mundial). Páginas vertiginosas llenas de observaciones y de detalles.
ALGUNOS DETALLES CURIOSOS
Otras anotaciones que me han llamado la atención de «Diarios» son las de los días 10 y 11 de Agosto de 1936 en su escala en Vigo en su viaje a Brasil. En esa breve visita, España le produce una impresión fascinante. Resalta la dignidad y el porte de los varones y la belleza de las mujeres.
Dice ”he visto más mujeres guapas en España en un día que en Inglaterra en todo un año” Más adelante: “Dos horas en España son una experiencia más intensa que un año en Inglaterra”. Cierto que venía de una Inglaterra en la que había sido hospedado con soterrada reticencia por su condición de austriaco (y judío), pero al fin y al cabo, le habían dado la nacionalidad anglosajona, lo que era de agradecer.
Interesantes son también sus notas sobre una visita a Richard Strauss el 20/11/1931. Le unía a Strauss una gran amistad. En dos páginas nos da detalles sobre el músico que están entresacados de su cercanía, y por tanto sinceros e íntimos.
A QUIEN RECOMENDAR EL LIBRO
«Diarios» está dirigida, por supuesto, a quienes conocen y admiran la obra de Zweig. Son páginas que, en tanto que notas personales, no estaban destinadas a su publicación, pero en nada desmerecen a cualquiera de sus obras publicadas.
A quienes quieran información de primera mano sobre la Gran Guerra, hecho que produjo el desmembramiento de Europa y sentó las bases para la Gran Catástrofe de 1939.
A los amantes de la historia contada desde la autenticidad y el testimonio de un ciudadano que no hace historia sino que la cuenta tal y como la vivió.
Para finalizar mencionaremos al responsable de la edición, Knut Beck, admirador y estudioso de Zweig, responsable de otras obras editadas por Acantilado que ya hemos disfrutado anteriormente.
También debemos mencionar a Mauricio Wiesenthal, autor de un interesante prólogo.
Diarios
Stefan Zweig
Editorial Acantilado
Junio 2021 Edición de Knut Beck
Prefacio de Mauricio Wiesenthal
Traducción de Teresa Ruiz Rosas.