Hoy os traemos la reseña de “La hora de las gaviotas” una novela que viene avalada por una magnífica “La danza de los tulipanes” que hizo que, de repente, todas las miradas convergiesen en su autor, Ibon Martín.
Sabido es que, «La danza de los tulipanes», a su vez, estaba apoyada en la gran saga de “Los crímenes del faro”. «La hora de las gaviotas» mantiene a Ibon Martín en el lugar que él mismo ha conseguido por méritos propios y le ayuda a consolidarse un poco más. Es un paso significativo, no cabe duda, pero que podía haber sido mucho mayor si el final, no su resolución, sino todo lo que la acompaña, hubiese estado más elaborado. Como siempre, aquí toca dejar claro que esto no es más que la opinión de un lector más. Así que, sin más, vamos a meternos en materia.
Es una pena que una exposición admirable de una trama muy compleja y un nudo bien construido y desarrollado den paso a una última parte en la que, a pesar de tantas cosas acumuladas y por resolver que presagian un buen final, éste no acaba de llegar del todo. La narración pierde fuerza que traía y decae, convirtiéndose en un relato más inocente, en un pasatiempo que, si bien es cierto que entretiene, no llega a satisfacer del todo las grandes expectativas creadas.
Argumento de La hora de las gaviotas
«La hora de las gaviotas» nos narra unos hechos que transcurren prácticamente en dos semanas y comienzan el domingo ocho de septiembre en Hondarribia.
Es el día grande de la localidad. Se celebra el desfile de El Alarde en el que tradicionalmente solo participaban hombres. Reivindicado por un grupo de mujeres, éstas fueron admitidas a partir de 1997 y, tras esa decisión, el pueblo se dividió. Los más recalcitrantes no lo admitieron y un pequeño grupúsculo lo boicotea todos los años. Ese día una mujer muere apuñalada mientras desfilaba. De la investigación se encarga la suboficial Ane Cestero y su equipo, ya conocidos por su aparición en “La danza de los tulipanes”. Parece que el crimen despierta la mala conciencia de alguien entre los habitantes de un pueblo hasta entonces tranquilo y amable porque, poco después, un nuevo asesinato infunde el miedo a los lugareños.
El recelo y el temor impregnan y condicionan los actos de los protagonistas y comienzan a aparecer los primeros desencuentros entre los miembros policiales, que no tardan en agudizarse. La trama principal se abre a otras tan criminales como la primera. El equipo de Ane Cestero se enfrenta a un perturbado que odia hasta la obsesión el protagonismo de las mujeres. El peligro apunta así directamente a la suboficial que es amenazada de muerte.
Llama la atención la precisión con la que el autor refleja como el odio va creciendo en una mente criminal y, convertido en obsesión, nubla su razón provocándole los desvaríos causantes de sus actos.
Ibón Martín sabe narrar, sabe contar historias sin ambages, uniéndolas, pero sin mezclarlas, sin que interfieran entre ellas. Se ha hablado del hechizo de su narrativa y es verdad. Parece que ves esos amaneceres con el mar embravecido y la niebla deslizándose montaña abajo hacia el valle, envolviendo el pueblo y convirtiéndolo en algo mágico.
A destacar también la creación de sus personajes sobre todo los principales y entre ellos el de la ertzaina Ane, seria, dura, con tanto carácter como mal genio, pero de buenos sentimientos, muy humana y honesta, empeñada en cumplir con su deber pese a las dificultades que se le presentan, las amenazas del asesino e inclusive, la incomprensión de alguno de sus mandos.
“La hora de las gaviotas” es una nueva y buena aportación del escritor donostiarra a la novela negra, que a buen seguro no pasará desapercibida.
Ficha técnica:
Título: La hora de las gaviotas.
Autor: Ibón Martín.
Editorial: Plaza & Janés.
Fecha publicación: 14 enero 2021.
Estoy leyendo la hora de las gaviotas empece con mucho entusiasmo porque leí el baile de los tulipanes y me tuvo en ascuas hasta el final me gustó tanto que empecé la hora de las gaviotas y la verdad ni comparación con la primera estoy por la mitad y no avanza nada algunas páginas las paso porque se me hacen repetitivas no se si cuando avance más en la lectura me resultará más ameno e interesante pero no tiene comparación con la danza de los tulipanes que me engancho desde el principio lo que me gusta por donde discurre el país Vasco