En esta reseña de“El lenguaje oculto de los libros” os hablamos de una novela envuelta en un halo de misterio con un punto de irrealidad importante y que quizás la palabra que mejor la defina sea, mágica.
A pesar de que, en un principio, pueda parecer un pasatiempo intrascendente, es de las que satisfacen, de las que aportan algo más, de las que, al terminarlas, se echan de menos. Es por todas estas razones que hay que leerla despacio, disfrutando cada página.
Argumento
El lenguaje oculto de los libros nos situa en Oxford en el año 1933. Allí J. R. Tolkien, C. S. Lewis y Gabriel de la Sota, escritores y profesores en la prestigiosa universidad local, ven sacudida su fuerte amistad por la muerte del tercero en un incendio.
Londres 1961. Úrsula de la Sota, hija del fallecido Gabriel, acude al despacho del abogado Mark Wallace. Al parecer, su padre, que además de profesor era un prestigioso empresario de Bilbao y con una importante riqueza, había muerto arruinado. El motivo de la visita es la aparición de un artículo anónimo en la prensa, en la que se insinúa que la fortuna de De la Sota existe y que su ubicación puede encontrarse encriptada entre las páginas de su obra póstuma “El Señor del Mal”.
A partir de ahí una serie de asesinatos y hechos inexplicables se suceden con demasiada frecuencia. Nada parece tener una explicación plausible. A la vista de lo que parece un asesino implacable, la vida de los implicados en el caso no vale nada. Alguien interesado en ese dinero no tiene escrúpulos para matar con el fin de hacerse con él.
Opinión personal de El lenguaje oculto de los libros
Sabido es que Tolkien y Lewis eran grandes amigos, tanto que éste fue el primero que leyó “El hobbit”, y el mismo Tolkien reconoció en una entrevista realizada años después de la muerte de Lewis, que el término “Tierra Media” fue idea de su amigo.
Si al principio pensaba, pero tenía mis dudas, de que Alfonso del Río admiraba a ambos escritores, éstas se disipan del todo a menudo que la lectura avanza. La fascinación por los creadores del universo imaginario y fantástico más importante del siglo XX es indudable. Me atrevo a decir que la novela conlleva explícito un homenaje a ambos y el deseo de profundizar en el reconocimiento que se merecen.
Los tres amigos cubren la primera etapa, 1933, en la que, mediante sus obras, quieren transmitirnos el mensaje de que el Mal solo puede combatirse con el Bien. Treinta años más tarde Tolkien y Lewis unen fuerzas con Mark Wallace para desentrañar el mensaje oculto en el libro de De la Sota y descubrir al autor de los asesinatos y si esa fortuna realmente existe.
Novela de grandes personajes
El Lenguaje oculto de los libros merece una mención destacada en cuanto a la creación de sus personajes se refiere, muy en particular el de Begoña Ortiz, vasca por los cuatro costados, alegre avispada y vivaz, pero sobre todo el de Mark Wallace. Abogado honrado, inteligente en ocasiones problemáticas, adicto al whisky y con un particular sentido del humor.
Solo por sus aventuras, y sobre todo desventuras, la novela es casi de obligada lectura. Los diálogos entre ellos son realmente ocurrentes e ingeniosos. La trama es enigmática, complicada y de difícil resolución. La obra tiene la magia del caos envuelta en las palabras y alrededor de los escenarios, ese algo especial que nos hace leerla sin preocupaciones, sin cuestionar nada y sin buscar respuestas que nos pudiesen resultar incomprensibles, porque, por encima de todo, prima el misterio de los secretos velados y ocultos que rodean toda la historia.
Escritura inteligente para una novela magnífica.
Ficha técnica.
Título: El lenguaje oculto de los libros.
Autor: Alfonso del Río.
Fecha publicación: 24 noviembre 2020.
Editorial: Destino.
