Sombras de la infancia | Jorge Zaragoza Gómez

sombras-de-la-infancia

“Sombras de la Infancia” segunda entrega, tras “Sangre entre viñedos”, de la extraña pareja de investigadores Nora Delgado y Félix Lobo, es una obra de contrastes, quizás precisamente por sus dos personajes principales, porque Lobo y Delgado son personas con excesivas particularidades, más él que ella.

Difícil encontrarse con dos protagonistas tan atípicos. La escasez de personajes convierte la lectura en fácil de seguir y sencilla de leer. Félix Lobo es una persona honesta e inteligente, no es orgulloso ni prepotente aunque pueda parecerlo. Es extraño, distinto. Esas diferencias son las que configuran su carácter. En esta segunda aparición Lobo no se encuentra bien. Desarrolla su trabajo y su actividad entre toses, enfados, fiebre y malhumor. No está en su mejor momento.

Desdibujado el personaje, se nota y afecta a un relato que tiene interés y en el que el autor mantiene un ritmo vivo y uniforme. En esta ocasión la acción se traslada de los viñedos riojanos a la ciudad de Granada y el peso de la investigación lo lleva Nora. Intuitiva e inteligente la detective, cuya situación personal en la actualidad es bastante delicada, anda, además, preocupada por el debilitado estado físico de Lobo.  

De qué trata “Sombras de la Infancia” de Jorge Zaragoza Gómez.

Sergio Muñoz, profesor de instituto e hijo de un empresario granadino conocido y con influencias, desaparece sin dejar rastro. Isabel, por la amistad que le une a la familia del desaparecido, pide a Lobo y Delgado que se dirijan a Granada para intentar ayudar en la búsqueda. La única pista, pero a la que la policía no presta ninguna atención, proviene de un indigente que dice haber visto a un hombre meter a la fuerza a una persona en una furgoneta. El problema radica en que el vagabundo estaba bebido. Para las fuerzas policiales este hecho confiere a su declaración nula credibilidad.

El argumento va pronto adquiriendo interés y Zaragoza sabe administrarlo e incrementarlo bien, con momentos realmente tensos y situaciones delicadas bien resueltas. “Sombras de la infancia” cuyo título es una verdadera declaración de intenciones es una novela de claroscuros, con un comienzo algo lento, pero en la que un cambio brusco realizado con mucho acierto, y no sólo uno, hacen que adquiera un insólito y repentino interés porque un temprano primer giro ocasiona un cambio en la situación y la abre a más posibilidades no exentas de suspense.

En función de este cambio las cosas van a variar mucho. Porque es precisamente la intriga y la incertidumbre que el autor imprime al relato justo en ese momento, lo que provoca el despertar de la narración, que comienza a convertirse en algo más, en algo realmente serio e interesante. Zaragoza aprovecha para introducir en la trama un personaje que le da solidez, el inspector Robles. Es éste una persona práctica a quien el trabajo o la vida han debido de maltratar.

Enseguida nos parece despierto e inteligente, aunque sus argumentos se puedan torcer o tiendan a modificarse a voluntad, cuando él lo considera necesario; si está dentro de la legalidad, pues mejor, pero como no se puede tener todo, pues tampoco le importa retorcer un poco las cosas para cuadrarlas o ir acomodándolas más o menos, dentro de un escenario legal. Cómo él, otros secundarios soportan bien el peso de la narración y ayudan a un desarrollo más ameno.

A Robles no le gusta nada que la pareja de detectives se entrometa en su investigación. Habla claro, y conmina a Nora y Lobo a dejar el caso. Su intromisión le disgusta. Estorban. Excelente configuración de un personaje que se mueve entre cubrirse las espaldas y pactar con quien no debiera, en beneficio de cumplir con la ley de la mejor manera posible.

Pero hay algo en la narrativa de Jorge Zaragoza que le da fuerza. Cada personaje tiene detrás una historia suficientemente importante como para que esas circunstancias individuales contribuyan a mantener la tensión y el escritor sabe utilizar muy bien esa herramienta y hace buen uso de ella, porque todas esas connotaciones tan dispares, el autor las hace coincidir, las ensambla y conjunta con soltura y aparente facilidad, en un relato que va mejorando e incrementando su potencial. La novela cambia.

El equilibrio existente desde el inicio a lo largo del relato se rompe con el giro oscuro que el escritor le da a la trama en el último tercio, convirtiendo a “Sombras de la infancia” en una dura y consistente novela negra, de golpe.

 En definitiva, “Sombras de la infancia” es una entretenida novela negra, original, peculiar y muy interesante con algún altibajo ocasional, pero reconducido pronto por el autor, que contiene momentos de gran impacto bien buscados y que gustará, seguro, a fans del escritor y sin duda también, a un amplio espectro de lectores.

A la espera de la tercera entrega de la serie “Lágrimas de barro”, anunciada ya para octubre próximo.


SOMBRAS DE LA INFANCIA.
Autor: Jorge Zaragoza Gómez.
Editorial: Publicaciones Independientes.
Fecha publicación: 1 mayo 2025.
Género: Novela Negra.
Páginas: 292.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio