«i,i» | Bon Iver


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Portada «i,i»

“i,i” de Bon iver es el cuarto disco de estudio de Justin Vernon. Un disco homogéneo, compuesto por 13 pistas con las que el americano tiñe nuestros sentidos de nostalgia de esa manera tan sutil, directa y a veces cruda que tan bien conoce.

Los disco de Bon Iver son directos, no cabe duda. Ya desde el principio de su trayectoria, Vernon nos deja claras cuales son sus intenciones, que parecen tener como máxima dejar nuestros sentimientos a flor de piel.

“i,i” sigue la línea que marcaba 22 millones. Todos los cortes son trazos distintos que en su conjunto forman un lienzo preciosista, pero no apto para todo el mundo. La música de Bon Iver es muy particular. Es un viaje al interior del universo de Vernon, a su casa, a sus cuartos más oscuros y brillantes. Y como pasa siempre, no todo lo que vamos a encontrar ahí dentro va a gustar a todo el mundo.

Lo que está claro es que se necesita de muchas escuchas para empezar a sacarle el jugo. Como cuando te sientas en un nuevo sofá y no encuentras la posición adecuada. El que entre con este disco al mundo de Bon Iver, tardará bastante en sentirse a gusto. Pero, como digo, tras un buen puñado de reproducciones, empieza a salir el sol, empiezas a encontrar los pequeños detalles, la magia.

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Justin Vernon

“i,i” de Bon Iver

El primer tema, propiamente dicho, (Yi apenas dura 32 segundos y hace las veces de introducción) que encontramos en “i,i” es Imi. Una canción llena de sintes, metales y cajas de ritmos. Le cuesta casi un minuto arrancar, pero cuando lo hace, nos transmite esa sensación de encontrarnos de nuevo en casa. Se escucha de fondo una guitarra española. Suenan todas las voces, con todos sus efectos en conjunto, hasta llegar a un final instrumental maravilloso. Sí, esto es lo que esperábamos.

Living in a lonesome way…
Had me looking other ways

Seguimos con “We”. La magia de esta canción, a parte de la melodía de las estrofas que te va atrapando poco a poco, se encuentra en el cambio que hay al llegar al estribillo. El americano, haciendo uso de unos metales, le da un giro al tema e introduce un estribillo que rompe con la arquitectura de la canción.

I want it back
I want it back
Won’t you tell me how to get I back

Hey, Ma

“Hey Ma” es uno de los mejores cortes de “i,i”. Bonita melodía vocal dividida en estrofa-estribillo que se repite tres veces. La primera sin percusión, la segunda con ella y la tercera con y sin ella, jugando así con la intensidad y los sentidos.

Con U (Man like), “i,i” parece cambiar de dirección. Nos encontramos con un tema que, pese a su letra, destila felicidad. La culpa de esto la tienen los coros y sobre todo el piano. Otro de los temas que más nos han gustado.

Naeem

Otra canción directa a los sentidos, que alcanza su mayor cota emocional en su recta final, cuando entra la percusión, incrementando la intensidad.

All around me I can hear em
So what is gonna happen now?

Bon Iver y el poder de las letras

En “i,i” encontramos algunos temas sin cajas de ritmo, baterías o apenas unas pocas percusiones. “Jelmore” , “Holifields” o “RAbi” son los más claros ejemplos. Son canciones en las que la voz de Vernon se sostiene todo el rato sobre las bases electrónicas, eligiendo los efectos muy cuidadosamente para arropar con ellos las mejores letras del disco.

So what of this release?
Some life feels good now, don’t it?
Don’t have to have a leaving plan
Nothing’s gonna ease your mind
Well it’s all fine and we’re all fine any way

En la misma línea estaría “Sh´Diah”. Una pieza que con unos teclados de colchón y un saxofón, crea una tranquila y relajante atmósfera que invita a dejarnos llevar, a dar rienda suelta a nuestros pensamientos. Impresionante.

Stay, go?
Better that you find a new way
Before my eyes
Couldn’t learn it any other way
By the way

Marion

Esta canción es otra de esas maravillas que solo podían salir del talento de Bon Iver. Un pequeño riff de guitarra acústica. Después las mismas notas replicadas en una melodía vocal a la que se suman más y más voces. Son canciones como esta las que nos hacen darnos cuenta de que no se necesitan apenas instrumentos para conseguir la belleza musical. No son necesarios los adornos, sólo un sintetizador, voces y guitarra.

Pero que esto no nos lleve a engaño, porque también se pueden hacer maravillas con más instrumentación. También se puede empezar un tema con calma para llegar a un estribillo-catarsis de diez. Y si no me creéis escuchad “Salem” y sabréis al instante a lo que me refiero. Poco más se puede decir de esta epicidad. Sobran las palabras. La música habla por sí sola.

So I’m gonna weep a while
You don’t even know how hard
I learned a lesson
Don’t ask me I’ve
Torn the banner from the line

Conclusiones de “i,i”

Bon Iver ha vuelto a crear un disco lleno de emoción y sentimiento. Lo ha logrado siendo fiel en todo momento a un estilo de música tan particular dónde tienen cabida una amplitud de instrumentos y arreglos, siendo esta particularidad la que hace que sea un disco que no es apto para todo el mundo. Aunque entiendo que el que se adentra en el mundo de Bon Iver tiene muy claro lo que quiere encontrar.

Por Finch


Puntuación:

7,9

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