“ELLA”, el decimotercer lanzamiento del escritor independiente Fernando Gamboa, es un thriller de acción policial, que supone la tercera aparición de la agente de la Policía Nacional Nuria Badal, un dolor de cabeza impenitente para sus mandos.

Cercana a los cuarenta, testaruda, algo inconsciente, impulsiva y cabezota, pero por encima de todo profesional y honesta hasta la médula, para quien la ley se encuentra por encima de todo. La novela se acaba de publicar exactamente dos años después de “PIEL”. Para mí lo mejor que yo he leído del autor. En “PIEL” había sentimiento que el autor supo transmitir a la perfección al texto con su escritura.

La novela de Gamboa es un pasatiempo entretenido, desenfadado, de principio a fin. Rápida en su desarrollo y con elementos inquietantes que el autor sabe manejar muy bien, cosa nada fácil cuando fenómenos inexplicables, que existen, porque están ahí, traspasan los límites de la realidad y con más de una sorpresa que en este caso le da la vida a la agente Badal, tan fuertes como alarmantes. Muertes extrañas e incomprensibles, misteriosas, para las que no hay explicación mínimamente racional. Un argumento original desarrollado con inteligencia y una Nuria en estado de gracia hacen de “ELLA” una lectura interesante y amena.

Sugerente inicio con una tremenda escena inicial sucedida hace años. Inmediatamente después el escritor nos traslada a la actualidad, concretamente a la base militar EVA-4 en Cadaqués. Allí una situación distinta, pero insólita e igualmente impactante provoca una atmósfera inquietante cuando algo, un aire malsano y turbio, se extiende por las instalaciones. Lo que sucede escapa a cualquier tipo de comprensión normal. La agente de criminalística Nuria Badal y el sargento Andrés Mirabet son enviados a la Base para investigar.

De qué trata “ELLA” de Fernando Gamboa.

Seis hombres y una mujer desaparecen, en una noche en la que soplaba una fuerte tramontana, de una base militar de alta seguridad desde la que se controla el tráfico aéreo en quinientos kilómetros a la redonda, en el Cabo de Creus. Ni se comprende ni tiene explicación. Con las puertas selladas y ser imposible entrar o salir del edificio sin ser visto el hecho escapa a un entendimiento normal. Cuando la agente Badal y el sargento Mirabet llegan a las instalaciones una unidad del Ejército del Aire y otra de la Guardia Civil ya se encuentran allí.

La llegada a la base le supone a Nuria también regresar a su casa quince años después, a su pueblo, Cadaqués, donde creció y pasó su infancia. Recuerdos tristes. Buenos y malos, pero tristes. Uno en especial, un hecho desgraciado, la marcó, el suicidio de su padre que en su momento nadie entendió. Pero cuando el caso, sin ninguna solución, se sobresee, algo por encima del interés se despierta.

Es la atracción que emana de lo desconocido, lo que no puede ocurrir y sin embargo está pasando. Sólo Badal se cuestiona la razón; porque hasta lo inexplicable necesariamente debe de tener una explicación, si no, no habría ocurrido y el hecho, cierto e irrevocable, es que esos soldados han desaparecido. Fenómenos sobrenaturales y realidad se mezclan y la línea que los separa se va difuminando poco a poco. Con una escritura sencilla, coloquial y abierta, Gamboa va detallando los pasos de una temeraria y contestataria, hasta “más allá”, Badal, que actúa por impulsos.

Enfrentada a todos, se va encontrando con todas las puertas cerradas y el peligro cada vez más cercano. La narrativa de Gamboa me ha recordado en más de una ocasión a un escritor que se suele leer en la infancia, Julio Verne, famoso por sus temáticas aventureras, originales y entretenidas, con una gran influencia en el género de ciencia ficción.

ELLA.
Autor: Fernando Gamboa.
Fecha publicación: 2 noviembre 2035.
Editorial: Publicaciones Independientes.
Género: Novela Negra.
Páginas: 468.